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Siguiendo la pista de un pleito entre dos familias palmesanas, el investigador Jaume Bover (Les Vosges, 1945) ha reconstruido la historia de una dinastía de impresores-editores, los Capó, de gran relevancia en los siglos XVII y XVIII. Por primera vez se identifica la bibliografía que surgió de esta empresa que tenía su sede en la Plaza de Cort. El trabajo, editado por el Institut d'Estudis Baleàrics bajo el título «Els Capó, impressors de Mallorca, segles XVII-XVIII», reconstruye también la vida ciudadana de entonces a través de un litigio que tuvo lugar entre Antoni Capó i Santandreu y Cristòfol Bover i Berenguer, antepasado del autor del volumen.

El primero "«buen editor, pero personaje muy conflictivo que tuvo problemas con la Justicia»" no pagó al segundo, confitero, cerero y vecino suyo en Cort, los gastos de un banquete. Los Capó compraban velas y pasteles en la 'botiga' de los Bover. Éstos se abastecían de papel para envolver en la imprenta de los primeros. Una relación que se rompió en 1742. El motivo, el costoso banquete de la boda de Miquel Capó i Vallés, último de la dinastía, no fue totalmente sufragado por su padre. Así comenzó una pelea judicial que duró hasta 1754. Casi como si de una novela se tratara, el investigador Jaume Bover, director de la Biblioteca Española de Tánger, narra la historia de la imprenta Capó y su importancia en la Mallorca de la época, donde «fueron editores lulistas».

«Pere Antoni Capó y su abogado convirtieron un pleito por deudas en uno por maledicencia», dice Jaume Bover desde Tánger. De las pruebas aportadas por los litigantes surge, ahora, la producción bibliográfica de los Capó. «Cito 260 títulos, muchos desconocidos por los bibliófilos, y otros que se citan por primera vez. De ellos, 49 son en catalán». Publicaciones que Jaume Bover describe con una completa ficha y, algunas, con la reproducción de la portada. Este trabajo, dice su autor, «revaloriza el patrimonio bibliográfico antiguo; las bibliotecas tratarán esos documentos con otra mirada».