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Los adictos al discofunky han visto ampliada su esperanza de vida. La aparición en escena de la denominada Fundación Tony Manero tiene la culpa. Y con conciertos como el que ofrecieron el pasado viernes en el marco de las Festes de Sant Agustí de Felanitx, seguir vistiéndose con glamour setentero tiene, de nuevo, un sentido existencial. Las casi 7.000 personas que se congregaron en el Parc Municipal de Sa Torre tuvieron la oportunidad de disfrutar con Llunàtiques, Antònia Font y Els Pets antes de que los socios de la asociación sonora más funky del país salieran al escenario.

Para entonces ya eran las cuatro de la madrugada de una velada tan larga como una famosa película de Tarantino. Sólo faltó recibir a los asistentes con un cartel en la taquilla que dijese «Abierto hasta el amanecer». Pero la Fundación Tony Manero atesora en grandes cantidades algo de lo que no todos los grupos pueden presumir, la capacidad de agitar con frenesí al público, independientemente de horario o de fecha en el calendario. Con los asistentes, sudorosos y radiactivos de tanta energía, con tanto furor discofunky procedente del escenario, los catalanes dieron un repaso a los temas incluidos en su primer disco, «Looking For La Fiesta», durante la más de hora y media que duró su actuación.

Se corearon y bailaron con especial intensidad «Tropical Funky President», «Looking For La Fiesta», «Supersexy Girl», «Conmotion» o «Paquito's Way», convertidos en verdaderos himnos de música disco negra, a pesar de la palidez de su piel. Lo que importaba era el negro corazón que se les escapaba en cada sonido, en cada acorde, con cada estrofa.