Los goles de Inglaterra en el Olímpico de Múnich, jaleados
estentóreamente desde las terrazas y restaurantes de Magaluf por
los turistas británicos, no consiguieron ahogar los ritmos sabrosos
del macroconcierto «Puro Latino», que, celebrado en la playa de
Magaluf durante la noche del sábado, congregó a más de 7.000
personas con ganas de bailar hasta el amanecer la pachanga latina
más de moda.
Muchos de los presentes entre el público provenían «del otro
lado del charco». Delataban su origen latinoamericano o caribeño,
no sólo por su piel más o menos tostada, sino por el agitado
cimbrear de caderas y por la ejecución de vistosas coreografías que
contradecían todas las leyes de la Física. Más que de pasos de
baile, aquella forma de bailar se asemejaba sin tapujos a un
concurso de nudos marineros realizados con cuerpos humanos.
El concierto, organizado con el apoyo del Ajuntament de Calvià y
coordinado por Óscar Rivas, referente en nuestra Isla en lo que
toca a organizar eventos dedicados a la música latinoamericana en
general, tuvo momentos brillantes. Las actuaciones del grupo
argentino Los Chicanos del sur, los madrileños Cañamán, grupo de
castizos rastafaris ahora populares por «Vacaciones de verano», una
canción que no da fe de la gran calidad que demuestran en directo;
y del cubano Alain Pérez y su banda, fueron de lo mejor de la
noche.
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