En la imagen, los artistas. Foto: JOAN TORRES

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«En el juego de la vida, vamos olvidando el juego y memorizamos rencores» o «La maldad y la perversión tienen como justificación la venganza». Acompañando a cada uno de estos versos de Francesc Verdú una litografía de Jim Bird hasta contabilizar doce poemas y otros tantos dibujos. El lugar de encuentro, un libro, «Maldat», compuesto a mano y editado por Edicions 6a Obra Gràfica, que ha hecho 30 ejemplares.

El proyecto nació hace dos años. «Los versos son el resultado de las heridas que me han ido quedando en el cuerpo con el tiempo», dijo Verdú. «Un día escribí tres o cuatro poemas sobre la maldad y, a partir de entonces, me pasé un mes pensando en ella». El proceso de creación se iniciaba en las manos de Verdú para pasar, acto seguido, a Bird. El pintor creó las litografías inspirado por los versos y las dibujó directamente sobre las piedras calizas. Por último, pusieron en común sus creaciones. «Se trata de mi contribución a que los libros no desaparezcan», afirmó Bird.

No es la primera vez que ambos artistas trabajan juntos, ya que han coincidido en otras exposiciones. Sin embargo, sí es la primera vez que editan un libro de artista. «En la obra reflexiono sobre los efectos de la maldad», dijo Verdú. Durante la escritura le acompañó «el espíritu de Ramon Llull». «Siempre me ha gustado la maldad porque me hace tener los pies en el suelo», aseguró Bird. El trabajo del pintor salió «espontáneamente». El gris y el negro protagonizan las litografías, «para, de esta manera, reflejar la atmósfera de los poemas». Para el pintor, el negro «no tiene por qué ser un color triste». «Según con qué colores se relacione adquiere diferentes matices», comentó.

En «Maldat», los poemas aparecen en catalán y en castellano. Reflexionar sobre la maldad ha dejado secuelas en los artistas. «Todavía queda mucho por decir», comentó Bird. Para Verdú, sólo hay una manera de acabar con ella: «El esperpento». «La maldad casi siempre gana pero no puede acabar con la semilla de la vida» y «A medida que los países se vuelven más civilizados se instala más en lo celular» son las conclusiones a las que llegó el pintor al terminar su trabajo.