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«Me reconocen más un martes que un domingo». Primero fue el teatro y luego la televisión. Jordi Sánchez lleva cuatro temporadas apareciendo cada lunes en la pequeña pantalla junto con sus compañeros de la compañía Kràmpack en la serie «Plats bruts». La última vertiente teatral del grupo, «Excuses!», puede verse desde el pasado jueves y hasta el 10 de diciembre en el Teatre Municipal de Manacor. A partir del 14 y hasta el 16, permanecerán en el Auditòrium. Acompañan a Sánchez los actores Joel Joan, Teresa Sánchez y Olga Colomer.

"«Excuses!» habla de las responsabilidades y del miedo a tomar decisiones.
"La obra cuenta la historia de dos parejas que se reúnen para cenar y que, al cabo de un año, vuelven a quedar. Habla del miedo a crecer, a adquirir compromisos tanto a nivel profesional como personal. Mi personaje, Jesús, siente pánico a cualquier cambio. Joel Joan es todo lo contrario, un hombre emprendedor.

"¿Esta actitud es común en nuestra sociedad?
"Sí. En la obra no hacemos juicios, pero creemos que un rasgo característico del individuo es el miedo a adquirir compromisos a largo plazo y a arriesgarse. Es más cómodo quejarse.

"¿El público puede sentirse identificado?
"No la hicimos para que se sintiera identificado. Tratamos temas que nos interesan y, a partir de aquí, el público se siente cercano a lo que le sucede al personaje.

"¿La historia se basa en tópicos, historias llevadas al límite o vivencias personales?
"Cuando escribes te alimentas de todo. De lo que lees, lo que ves y lo que pasa. No nace de la nada, sino de un entorno que se conoce. Si no lo conoces, no puedes hablar de ello.

"¿Aparecer en televisión les ha ayudado a tener más éxito en el teatro?
"Nos ha ayudado a tener más público. Antes ya llenábamos, pero nos faltaba un sector, el de las personas mayores. Con «Plats bruts» lo hemos conseguido. Es bueno que la televisión sirva para que la gente acuda más al teatro.

"¿Cree que hay diferencias entre hacer teatro y actuar en televisión?
"Para escribir un guión de «Plats bruts» tardamos unos 30 días porque buscamos el rigor. Luego rodamos y ya está. En el teatro no pasa esto. El ritmo de la televisión es frenético, estresante. En el mundo de los escenarios, en cambio, tienes un texto y, si todo va bien, puedes estar un año con el mismo. El teatro está mal pagado y la televisión no. Se puede disfrutar actuando en la pequeña pantalla. Además, la televisión ha ayudado a muchos actores y escritores. No entiendo el desprestigio a que se somete a la gente que trabaja en este medio.

"¿Sirve de trampolín?
"No. Hay muchos actores que han aparecido un año y luego no se les ha vuelto a ver. La televisión es un medio más que hay que ir alternando. La popularidad te dura lo que dura la serie.

"¿Por qué el humor catalán no triunfa en el resto del Estado? ¿Es diferente?
"No hay humores diferentes. El humor tiene que gustar a todo el mundo. Debe ser localista para ser internacional, ya que hablando de las cosas que tienes cerca puedes llegar a la otra punta del planeta. Como Woody Allen.