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Un personaje vestido de jugador de golf, con su gorra, su inglés impecable, su carro lleno de palos y las pequeñas pelotas blancas. Sólo algo lo diferencia del resto: llevar las etiquetas colgando de todos sus complementos y ser Leo Bassi. El cómico presenta esta noche su nuevo espectáculo, «Golf», en el Teatre del Mar. Los responsables del centro anunciaron, a su vez, que, debido a problemas con las subvenciones procedentes de las instituciones se están planteando cerrar el teatro en 2003.

Leo Bassi lleva más de 40 años ligado a Mallorca. El nuevo espectáculo fue «concebido para la Isla». «He visto el desarrollo urbanístico que ha sufrido Mallorca y se ha llegado a un punto peligroso», aseguró. Su intención, «entrar en el debate». Su objetivo, «el turismo de alto standing, los pijos». El símbolo, «el golf». «Para mí es un insulto ver un campo de golf».

Su crítica pasa por distintos ámbitos. Por una parte, lo ecológico, centrado en la utilización excesiva del agua y en mantener un «césped artificial». Por otro lado, el punto de vista sociológico, la creación de unos espacios «usados exclusivamente por algunos». Por último, lo poético. «Como payaso, mi idea de la vida odia lo elitista». Todos estos ingredientes se sazonan con otro aspecto, la antiglobalización, que también le produce odio y que reivindica tras los atentados del 11 de septiembre.

La crítica va más allá y pronostica para el futuro una Mallorca dividida. «Habrá ciudadanos de primera categoría y guetos de gente pobre». Para impedir que esta circunstancia se convierta en realidad, la obra propone unas soluciones oníricas que pasan por «tener más imaginación y no permitir que Mallorca se convierta en Marbella».

Con este espectáculo, Bassi vuelve a sus raíces y a la política. «Es el más polémico que he hecho», aseguró. Como complemento, hará unas excursiones a campos de golf. «Se trata de contraturismo. Llevaremos a gente de la isla a ver cómo viven los turistas». Es una «visita turística a un parque natural de pijos» que saldrá los domingos desde el Teatre del Mar. Todo para «devolver a Mallorca todo el bien que me ha dado».