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Fueron la extraña pareja y, ahora, conforman un matrimonio de locas. Tras ocho años formando una de las parejas teatrales más sólidas, no dejan de lanzarse piropos como «Quiero terminar mi carrera con él» o «No veo otro futuro que no sea a su lado», con los que dejan claro sus intenciones de concebir el mañana juntos. Joan Pera y Paco Román subirán su matrimonio de hecho al escenario del Auditòrium del 18 de enero hasta el 27 en la representación de «La jaula de las locas».

«Aprovechad ahora, que no sé si volveré a ser primera actriz», advierte Joan Pera, Za-Za en la historia y la estrella del cabaret «La jaula de las locas». En la obra se convierte en la parte femenina y se enfunda en vestidos de lentejuelas, medias y exagerados tacones. Paco Román, Ferdinand, es la menos loca, pero sus gestos amanerados confieren a su personalidad el toque preciso para disimular su hombría.

«Hace tiempo me salió la oportunidad de interpretar esta pieza, pero la rechacé porque no me gustaba la adaptación», afirmó Morán. 32 años después, encontró el momento adecuado y la persona perfecta. «Nos potenciamos juntos», aseguró Pera. Se conocen y, a su vez, conocen a su público, lo que les facilita su particular sello: la improvisación. «Cuando improvisamos, según el murmullo que oímos del público seguimos por un camino o por otro», dijo Pera. Siempre siguiendo una línea y siempre sin «desmadrarse», según Morán.

La atmósfera de la jaula está formada por locas, transformistas y travestis. La más loca de todas las locas es Za-Za. Los problemas de Pera con los vuelos de falda fueron notables aunque, con el tiempo, la cosa varió. «Cuando entras en el juego lo encuentras bonito, tiene una sensibilidad especial». La afirmación final, «sería mujer perfectamente».