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La xenofobia se acerca al presente con una obra, «Por menjar-se ànima», de Rainer W. Fassbinder, que actualiza las relaciones interraciales y les otorga un rostro propio. La pieza, dirigida por Carme Portaceli, se representará en el Teatre de Manacor esta noche a las 21.00 horas.

Director y escritor de teatro, Fassbinder planteó la historia como una película de amor imposible. El melodrama narra la pasión que surge entre una mujer madura, Emmi, y un extranjero, Alí. Portaceli sitúa el problema no en el hecho de pertenecer a otra raza o a otra cultura, sino en la inferioridad que sienten algunas personas y que la canalizan de forma violenta hacia un colectivo de ciudadanos.

El hilo conductor gira en torno a dos xenofobias distintas. Por una parte, el hecho de que un marroquí se enamore de una mujer blanca. Por otra, que una mujer mayor se enamore de alguien más joven. Para la sociedad que les rodea, a ninguno de los dos le pertenece la felicidad lograda mediante su unión.

La historia se divide en dos partes. En la primera, la intensidad de los prejuicios del mundo externo que envuelven a la pareja hace que Emmi y Alí se apoyen mutuamente. En la segunda, la presión externa, que empieza a decrecer, termina interiorizándose. La crisis hace acto de presencia y se exterioriza con la petición que hace Emmi a Alí: le pide que se adapte. Es entonces cuando Alí siente cómo su identidad está amenazada.

En «Por menjar-se ànima», Pepa López interpreta el papel de Emmi, mientras que Nacho Fresneda es Alí. Les acompañan Pep Armengol, Gabriela Flores, Lluïsa Castell, Francesc Pujol y Laura Jou. La obra es una coproducción entre el Festival d'Estiu de Barcelona Grec'2000 y Tantarantana Teatre. La versión catalana es de Ramón Farrès y Theres Moser.