La sala Rialto recupera las artes escénicas como complemento de la
oferta cinematográfica. Rafel Salas reafirmó el interés por parte
de la empresa apoderada de la sala, de la que él es partícipe, de
que se abra una nueva etapa en la que puedan combinarse las
proyecciones cinematográficas con representaciones teatrales,
conciertos, recitales... Según explicó Salas, «en la actualidad es
muy difícil para una empresa privada explotar una sala como recinto
escénico porque las instituciones subvencionan mucho el teatro y se
llevan todas las producciones». A pesar de estos inconvenientes, la
empresa mantiene «el interés para que el Rialto pueda adquirir esta
orientación, por lo que estamos abiertos a todo tipo de iniciativas
culturales que se puedan plantear».
Los costes de mantenimiento de la sala son, para Salas, el
principal obstáculo a la hora de sacar adelante unas posibles
programaciones teatrales. La última compañía que estuvo en cartel
en el Rialto, en otros tiempos uno de los teatros más emblemáticos
de Ciutat, fue la compañía Vostè Perdoni con la obra «Residents de
residències». Era el año 1999, antes de que la sala iniciara un
periodo de obras para renovarse y actualizarse con los sistemas más
modernos.
Al finalizar los trabajos, a mediados del año pasado, el interés
por ofrecer temporadas de teatro o música ya fue puesto de
manifiesto por la empresa apoderada como una aspiración que a
partir del jueves de la semana que viene se hará patente. Tras la
reforma empezada el año pasado, el cine Rialto cuenta actualmente
con 236 butacas más 40 de anfiteatro. En el proyecto, se puso
especial atención en conseguir una buena visibilidad y unas buenas
condiciones sonoras para el directo.
El Teatre Independent de Ciutat inaugura la programación
del Rialto
Ocho personajes en la segunda mitad de los 70. El núcleo central es
una pareja de recién casados que acaban de alquilar un piso en
Palma. Vienen del pueblo y, constantemente, reciben la visita de
familiares y amigos. Éste es el eje de la obra «Cadascú a ca
seva!», del grupo Teatre Independent de Ciutat (TIC), que estrena
el 10 de enero la programación del Rialto y el día antes para el
Club del Suscriptor. La historia se centra en el boom que supuso
que mucha gente de pueblo se fuera a vivir a la ciudad en busca de
trabajo», explicó Toni Oliver, creador de la pieza. El choque de
mentalidades, la aparición de familiares y amigos y el cobrador del
alquiler conforman algunos de los temas y personajes. «Intenté
plasmar la realidad de Mallorca vista de una manera irónica para
que el público se divierta», dijo Oliver.
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