Camilo José Cela vivió más de treinta años en Mallorca, donde
escribió una parte importante de su obra literaria. Su relación con
nuestra isla se inició en 1954. Aquel año, en febrero, llegó a
Mallorca para pasar unos días de descanso con su primera esposa,
Rosario Conde. Se alojaron en el hotel Maricel de Cas Català y ya
en esta primera estancia, respondiendo a una entrevista del
periodista Pere A. Serra, para la sección «Díganos usted algo», la
primera que le harán en Mallorca, anunció la intención de comprarse
una casa en Palma. Así, lo que tenían que ser unas vacaciones de
ocho días se convirtieron en una estancia de más de 30 años. Cela
siempre habló bien de los mallorquines. Destacó su hospitalidad y
el hecho de que, pese a haber un gran déficit cultural, se
esforzaran por superarlo. «He demostrado que amo Mallorca», declaró
en más de una ocasión.
En 1954, el matrimonio Cela alquilará una casa en el Port de
Pollença, llamada «Villa Clorinda». Vivieron allí cerca de un año,
trasladándose después a Son Armadams, en una casa de la entonces
llamada calle Bosque y que en la actualidad lleva su nombre.
Después pasaron a otra casa del Terreno, en la calle José
Villalonga. Su última vivienda fue en La Bonanova. En Mallorca
escribirá novelas como «San Camilo 1936» (1969), «Oficio de
tinieblas» (1973), «Mazurca para dos muertos» (1984) o «Cristo
versus Arizona» (1988). Camilo José Cela, que colaborará en
Ultima Hora durante muchos años, se convertirá
aquí en el organizador de numerosas actividades culturales. Será un
gran impulsor cultural y traerá a la Isla a artistas y escritores.
Será el anfitrión de muchas personalidades y establecerá amistad y
fructífera colaboración con muchos escritores y artistas.
Con Joan Miró protagonizará una divertida anécdota. Cela estaba
muy orgulloso de un cuadro de Miró. Éste, acompañado de Jacques
Dupin, fue a casa de Cela para verlo. Ambos le dijeron que era una
falsificación. Entonces, el escritor lo rasgó con un cuchillo de
arriba a abajo. Miró mandó que se cosiera y se lo llevó a Son
Abrines y lo pintó. Corría 1972. Detrás del cuadro el artista
escribió: «En recuerdo de una falsa tela apuñalada que dio
nacimiento a una obra auténtica». En la casa de la calle Bosque
organizó las Conferencias de la Calle Bosque, en las cuales
participaron Ana María Matute, Blas de Otero o Llorenç Villalonga.
Éste último prologó en 1956 la traducción al catalán de «La familia
de Pascual Duarte», realizada por Miquel M. Serra Pastor y
publicada por la editorial Atlante.
En 1959 organizará en Palma las denominadas Jornadas Europeas,
en las que participarán Ramón Menéndez Pidal, Pedro Laín Entralgo,
Julián Marías y Gabriel Alomar Esteve. En mayo de ese mismo año,
gracias a la ayuda de su amigo Bartomeu Buades, Cela reunió en el
hotel Formentor a muchos de los mejores poetas españoles para
celebrar las Conversaciones Poéticas, en las que tomaron parte
Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Robert Graves o
los mallorquines Blai Bonet, Josep Maria Palau i Camps y Jaume
Vidal. En 1976 dirigió la elaboración de la «Enciclopedia del
erotismo», obra en la que colaboraron Gabriel Ferret, Francisco
Monge o Eduardo Jordà.
El alejamiento de Cela de Mallorca coincidió con el inicio de su
relación sentimental con Marina Castaño. Cela y Castaño se casaron
en 1991, después de que se divorciara de Rosario Conde, que aún
vive en Mallorca. En 1989 se fueron a vivir en Guadalajara. Desde
entonces volvió poco. Después de dejar la Isla, la UIB y el
Ajuntament de Palma firmaron un acuerdo para la conservación de la
vivienda de La Bonanova como patrimonio cultural. La casa había
quedado en poder de Rosario Conde, que la vendió. En diciembre de
1995, el edificio sufrió un incendio provocado por unos indigentes.
El cambio de rector en la UIB hizo que la iniciativa no
fructificara.
En Mallorca, Cela recibió incontables homenajes de instituciones
como el Círculo de Bellas Artes, el Club Internacional de Prensa de
Balears, el Fomento del Turismo, el Círculo Mallorquín, el Colegio
Oficial de Médicos... En 1969 fue nombrado hijo adoptivo de Palma y
se le dio su nombre a una calle. En 1980 fue investido honoris
causa por la UIB, que le nombró catedrático numerario. Un año
después, en 1981, recibía el Siurell de Plata de Ultima
Hora .
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