Sin título y sin guión. Bertín Osborne llegó ayer a Palma
procedente de Miami, donde ha grabado su último trabajo, repleto de
rancheras y de canciones country. «Todavía no sé qué nombre ponerle
al compacto, lo estoy meditando, podéis darme ideas si queréis».
Una cosa sí sabe: «Canto cualquier cosa que me pongan», aseguró. El
cantante participó en la Revetla y ofreció un concierto ayer por la
noche en la Plaça de Cort.
El artista reconoció que su afición por las rancheras y el
country le viene «desde pequeño». «Siempre las cantaba». Al
tratarse de piezas conocidas, confesó que sus conciertos se
convierten en una canción a coro con el público. «Vengo a
divertirme y a cantar todos juntos». Su propuesta es original. Por
ejemplo, en el último trabajo versiona canciones como «Hey» o «Y
como es él», a las que les da forma de ranchera.
«La televisión no me quita mucho tiempo, por lo que tengo ratos
libres para dedicarme a mis cosas». Sus cosas es la música y la
rapidez su característica. «En un mes soy capaz de pulirme seis
meses de programación», afirmó Osborne. El cantante presumió de su
velocidad. «La producción del programa no va a la misma velocidad
que yo».
A pesar de trabajar en la televisión, el cantante afirmó que la
gran pantalla no le atrae. «No sería buen actor». El hecho de
ceñirse a un guión no le convence, ya que prefiere no centrarse en
un texto y dejarse llevar por el instinto. ¿Por qué? «El guionista
escribe con su mentalidad para los espectadores». ¿Qué significa?
Que no plasman su personalidad. «Yo no soy así». Por ello, el
artista, cada vez que graba sus programas para la televisión, se
deja «llevar». «La primera vez que trabajé de esta manera, mis
productores se pusieron cardiacos pero, desde entonces, me dejan
hacer lo que quiera», explicó. Para el año que viene, tal vez se
meta en un estudio para grabar una serie. «Si me dejan improvisar,
mejor».
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