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Joana Maria Palou, directora insular de Patrimonio Cultural del CIM, comentó ayer que su departamento prepara una exposición y un catálogo de los materiales que, según publicó ayer «El País», fueron hallados en el Castell de Santueri de manera «fortuita» por un ciudadano suizo.

Según Palou, los materiales se encuentran en la caja fuerte del Consell de Mallorca y están siendo estudiados por expertos del Instituto Alemán de Arqueología, entre otros, porque, aunque como piezas en sí no son espectaculares, apuntó, tienen «un gran valor para documentar una parte de la historia de Mallorca poco conocida de la que no existían documentos» (del sigo V a la conquista musulmana), la tardorromana y bizantina, los siglos oscuros.

La protección de los materiales de un expolio, ya que se encontraban «en superficie», fue la razón de que hasta ayer que se publicó la noticia en el rotativo madrileño, no se supiera nada de este hallazgo, según Palou. Palou aseguró que el ciudadano suizo, aficionado a la arqueología, comunicó la existencia de estos restos, monedas y fíbulas, por lo que el CIM autorizó unas prospecciones arqueológicas en las que, con la supervisión de estos técnicos, también participó el ciudadano suizo.

Fue entre 1997 y 1998. La participación de un aficionado en las prospecciones fue definida como natural por la directora insular. «Para participar en una prospección primero te pedirán un currículum». El uso de detctor de metales está prohibido por la Llei de Patrimoni.