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Una imaginación que desborda las previsiones, que crece hasta verter sus ironías en forma de actualidades. Pepe Rubianes vuelve a Palma con su espectáculo «Rubianes, solamente», que podrá verse en el Auditòrium los días 11 y 12 de este mes de marzo.

"¿Su espectáculo bebe de la actualidad y se modifica con ella?
"Sí, cambia con el tiempo, sobre todo para no aburrirme ya que estoy solo en el escenario. Conservo el esqueleto pero varío las costillas. Por ejemplo, ahora estoy pensando en introducir una reflexión sobre el terrorismo, una valoración sobre la presencia de Bush en el mundo y sobre el aumento de la guerra. Un hombre violento lleva a la violencia. El teatro es el reflejo de la realidad.

"¿Incluirá algún gag que haga referencia a la realidad de Balears?
"No, eso es trabajo de los cómicos de las Islas. Lo que no controlo prefiero no tratarlo. Hablo de temas globales que nos afectan a todos como la situación del mundo o Pujol, un personaje cercano a mi universo.

"Después de seis años interpretando el mismo monólogo, ¿en qué ha cambiado el humor de la pieza?
"En el mundo del humor he tratado todos los lenguajes expresivos, desde el textual hasta el gestual. «Rubianes, solamente» va directo al público. Experimento siempre y mis funciones son el resultado de todo lo que voy probando.

"Tras 21 años solo en el escenario, ¿no añora la compañía de otro actor?
"Cuando participé en la serie de televisión «Makinavaja», participamos más de 1.000 actores. Ya he cubierto el cupo. El teatro me gusta trabajarlo solo, es mi especialidad.

"¿Nunca ha pensado en cambiar de espectáculo?
"Tuve un punto de inflexión hace tres años. Le conté a Miguel Gila mis dudas y éste me dijo que continuara, que no lo dejara pero que lo fuera actualizando, que una pieza teatral que triunfa debe explotarse. No podría interpetar un texto clásico, seguro que diría azul que te quiero azul. Una obra de Shakespeare o Valle-Inclán implica calcar la voz del autor. Tendría problemas psíquicos si tuviera que repetir seis años el mismo texto por ser intocable.