La indignación de muchos vecinos es evidente ante el conocimiento
de que piezas de un posible tesoro encontradas en el Castell de
Santueri se marchan al extranjero mientras que el valioso edificio
se deteriora más cada día. De hecho, muchas veces, los arqueólogos,
como es el ejemplo de Bartomeu Salvà, han denunciado y alertado que
parte de la fachada principal está a punto de venirse abajo, y que
la misma Comissió de Patrimoni que autoriza excavaciones a
extranjeros no hace nada para evitar esta degradación. Las críticas
son constantes y el plan de restauración lleva 4 años parado.
En este sentido, en el castillo felanitxer se tenían que
realizar unas 18 actuaciones. Las primeras y más urgentes, que ya
tendrían que haberse completado, eran la consolidación de los
coronamientos y del resto de estructuras, así como un proyecto de
excavaciones de cuatro años de duración.
Hay quienes dicen que el castillo es propiedad privada. Y es
cierto, pero seguro que no lo moverán de allí donde está, forma
parte de la historia y del patrimonio de los felanitxers, y si cae,
desde todos los sectores se lamentarán pero para entonces poner
remedio será más difícil. Mientras, los organismos competentes no
se deciden a intervenir. El tiempo transcurre y el rastro
histórico-social se esfuma.
El asunto, como no podía ser de otra forma, también ha llegado
al pleno del Ajuntament. La portavoz del PP "partido en la
oposición", Catalina Soler, se interesó por el expolio, y la
regidora de Cultura, Miquela Vidal (PSM), comentó que ha solicitado
un informe a los técnicos de la Comissió de Patrimoni del Consell
de Mallorca. Vidal también detalló que a la propiedad le han
propuesto la cesión del uso del castillo a la principal institución
insular por un periodo de 20 a 30 años, y que después volvería a
ser suyo una vez restaurando el emblemático y aún enigmático
conjunto patrimonial.
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