Para Catany esta muestra «es un resumen de lo que hago siempre,
pero en pequeño formato, porque la técnica lo requiere». Las
imágenes que se muestran son polaroids transportadas, imprimidas
sobre papel de acuarela «que en muchos casos han sido modificadas,
con pan de oro o con pigmentos, y en otros se mantienen sin ningún
retoque. Simplemente se trata de volver a poner los colores que se
han perdido con la impresión».
El artista, que este mismo año ha sido galardonado con el Premio
Nacional de Fotografía del Ministerio de Cultura y el Premi
Nacional d'Arts Plàstiques de la Generalitat de Catalunya, explicó
que «aun siendo imágenes son también obras pictóricas. La historia
de la fotografía empezó con las pinturas rupestres. De todos modos
mi punto de referencia al hacer instantáneas es el color de la
pintura, porque la fotografía se inventó en blanco y negro. De
hecho los temas de mis imágenes son los grandes temas de las artes
plásticas, los retratos, los paisajes y las naturalezas
muertas».
Catany, que impartirá un taller sobre naturalezas muertas en la
Fundació Pilar i Joan Miró este verano, aseguró que tiene mucha
importancia el hecho de su propia insularidad, «porque todos los
paisajes los comparo con el mío». El artista, que puso de
manifiesto que su fotografía perfecta es aquella «capaz de
transmitir el mismo estado de ánimo que tenía cuando la hice, o
cuando menos acercarse a él», se encuentra preparando una
retrospectiva sobre el conjunto de su obra que podrá verse pronto
en Palma, en un lugar y en una fecha aún por determinar.
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