El Grupo de Patrimonio del Cuerpo Nacional de Policía investiga un
delito de expolio y varios de encubrimiento relacionados con el
hallazgo del tesoro del Castell de Santueri a cargo del ciudadano
suizo Rupert Spillmann, que mediante un detector de metales
descubrió numerosas piezas de gran valor histórico.
La investigación de estos supuestos delitos se abrió después de
que la dirección general de Bellas Artes y Bienes Culturales de la
Secretaría de Estado de Cultura tuviera conocimiento del presunto
expolio a través de dos artículos publicados en Ultima
Hora .En uno de ellos se explicaba que un número sin
determinar de piezas de Santueri fueron sacadas de España y
llevadas a Suiza por Rupert Spillmann. En el otro, se reproducían
las declaraciones de este arqueólogo aficionado donde reconocía
haber llevado a cabo la excavación y haber encontrado numerosas
piezas. También reconocía que su trabajo no contó con ningún
control por parte del Consell de Mallorca.
Ante la aparición de estas noticias, la dirección general de
Bellas Artes y Bienes Culturales decidió abrir una investigación y
descubrió que las piezas se habían sacado del país sin su
correspondiente permiso de exportación, necesario para que todo
fuera legal. El permiso para exportar piezas de arte lo tiene que
dar la Junta de Valoración y Calificación. Al darse cuenta desde
Madrid de que no se les había informado de nada, se avisó a la
titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Manacor para que
iniciara las pesquisas. El jueves los efectivos del Grupo de
Patrimonio Artístico empezaron a tomar declaración a los
responsables del CIM relacionados con el caso. También se espera
tomar declaración a Spillmann. Estas declaraciones continuarán en
los próximos días y se recabarán todos los documentos necesarios
para esclarecer si hubo delito, ya fuera intencionado, por
ignorancia o por dejadez y desidia de los responsables del Consell
de Mallorca.
La investigación policial se realiza paralelamente a la iniciada
dentro del mismo Consell de Mallorca, que se vio obligado a tomar
esta decisión ante la presión de la prensa y, posteriormente, del
Parlament. Las primeras investigaciones han permitido tener
conocimiento también que el ciudadano suizo Rupert Spillmann no
poseía permiso por escrito del propietario para llevar a cabo la
excavación, aunque si había un permiso oral. Por su parte, ayer,
desde el Consell de Mallorca, Joana Maria Palou, directora de
insular Patrimoni Cultural, mostró su satisfacción por la
investigación policial, ya que, aseguró, «es muy positivo que se
lleve a cabo esta investigación, pues de esta manera todo quedará
bien aclarado».
Miquel Angel Grimalt, director insular de Urbanismo, de quien
depende la investigación del CIM, que instruye Miquel Barceló,
señaló respecto a la judicial: «Tenemos noticias de que se está
haciendo y se ha facilitado la información que se nos ha pedido».
Serán los servicios jurídicos del CIM los que determinen «qué
debemos hacer respecto a nuestra investigación».
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