Poetas recitando a poetas. Versos de autores de siempre en boca de
autores del presente. El IV Festival de Poesia de la Mediterrània
empezó ayer su travesía por Mallorca, travesía que durará tres
días. El CIM y la Casa Museu Llorenç Villalonga organizan el evento
que dirige Biel Mesquida. El acto central se celebrará esta noche
en el patio de la Misericòrdia. Los once participantes recitarán
textos de cuatro escritores: Jacint Verdaguer, Víctor Hugo y Luis
Cernuda. También se ha querido homenajear la figura del
recientemente fallecido Marià Villangómez. «No haremos un minuto de
silencio sino tres días de palabras», comentó Manuel Forcano.
Manuel Marí, por su parte, comentó que «no sólo los ibicencos nos
hemos quedado huérfanos».
La intención del festival es acercarse a la gente, hacer que los
versos lleguen a todo el mundo. «Cuando la poesía entra en la plaza
coge un toque popular», aseguró Carles Hac Mor. El francés Bernard
Heidsieck recalcó este aspecto. «La poesía ha dejado de vivir en
una torre de marfil». El palestino Mohammed Hamza lleva toda su
vida trabajando en un pueblo de Israel, donde escribe y traduce.
«Es posible encontrar la manera de que los dos bandos se pongan de
acuerdo». Por ello, busca en sus textos el espíritu de Al-Andalus,
que «la convivencia entre judíos y árabes no se convierta sólo en
pasado».
La saharaui Aziza Ahdiya recalcó la «alegría» que había
encontrado en Mallorca, lo que le servirá para «acabar una obra
sobre la isla». Por su parte, la siria Salwa Al Neimi afirmó que el
festival le ayudará a «conocer a los poetas catalanes». Maria Josep
Escrivà quiso remarcar la situación de Valencia. «Se está atentando
contra los escritores valencianos». Para Josefa Contijoch, «la
poesía está por encima de la política». También participan Júlia
Zabala y Ana Rossetti.
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