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«La venda és un delicte, la compra mata la música». Éste es el slogan de la campaña informativa que las conselleries d'Economia, Comerç i Indústria y d'Educació i Cultura han puesto en marcha para luchar contra la piratería musical. Se trata de la primera actuación institucional de estas características que realiza una Comunidad Autónoma.

La intervención consiste en difundir a través de anuncios en prensa, de cuñas en las radios y de trípticos la idea de que la piratería es una acción ilegal. «Se trata de una llamada a la concienciación social», comentó Pere Muñoz, director general de Cultura del Govern, quien tildó la campaña de «pionera». «El problema abarca tanto el ámbito cultural como el económico», en palabras de Ignacio Fernández, delegado en Balears de la Sociedad General de Autores.

A nivel nacional, la piratería supuso unas pérdidas de 33.000 millones de pesetas y 33 millones de discos. A nivel local, el conflicto radica en dos vertientes. Por una parte afecta a los estudios de grabación isleños que cuentan entre sus clientes a músicos foráneos. De esta manera, «la industria que recibe cultura foránea» permanece en peligro ante la disminución de las grabaciones, dijo Fernández. También afecta a las producciones de las discográficas de Balears que ven cómo se piratean sus productos. Por ahora se han encontrado discos de Antònia Font, Ocults, Tomeu Penya y Música Nostra.

En Balears se registran cada año unas 80 referencias musicales. Por ello, «la piratería también es un problema económico», comentó Pere Sampol, conseller de Economia. Sampol instó a los alcaldes a que «presten más atención al problema». También criticó la decisión de Catalina Cirer, delegada del Gobierno en Balears, de no participar en la campaña «argumentando que es competencia de los policías locales y de los ayuntamientos».