Los estatutos de la Fundació Pilar i Joan Miró impiden que ninguna
de las obras que forman parte de sus fondos puedan ser destinadas a
cualquier otro centro de manera permanente. Así lo establece el
artículo 21, que indica que «los bienes de la Fundació no podrán
ser destinados a fines distintos a los previstos en estos
Estatutos», unos fines que son los de fomentar y difundir la obra
de Joan Miró, el conocimiento artístico y hacer llegar la estética
del arte contemporáneo a los ciudadanos de Mallorca, pero siempre
desde la Fundació Pilar i Joan Miró, tal y como se establece desde
los estatutos.
Estos artículos no se refieren a las cesiones temporales para
realizar exposiciones en otros museos, que si están permitidas y
que son una práctica común de todos los museos y una fuente
importante de ingresos.
En estos mismos estatutos sólo se contempla una posibilidad para
que las obras que forman la Fundació Pilar i Joan Miró pasarán a
otro centro de arte y es la desaparición de esta misma. En el
artículo 25 se dice: «La Fundació, por su naturaleza, interés
público de sus finalidades culturales, y por las condiciones con
que otorga su donación don Joan Miró, tendrá carácter permanente o
perpetuo. No obstante, si por cualquier causa o motivo se
extinguiera por no poder seguir cumpliendo sus fines fundacionales,
su patrimonio deberá ser destinado, por acuerdo del Ajuntament y
del Patronato, a finalidades o instituciones análogas, en beneficio
e interés del pueblo de la ciudad de Palma de Mallorca».
Con estos estatutos se disipa el temor, provocado a raíz de
declaraciones vertidas por miembros de un sector de los herederos
de Joan Miró, de que la mayor parte de las obras que forman
actualmente los fondos de la Fundació pudieran pasar a engrosar los
fondos de otros centros de arte. Las acusaciones en concreto se
referían al Museu d'Art Modern i Contemporani de Palma como
depositario de estas piezas.
La familia Miró formaliza ante el Ajuntament la retirada
de sus obras
Joan Punyet Miró, en nombre de la familia Miró, formalizó ayer ante
el Ajuntament de Palma su intención de retirar las 19 obras de Joan
Miró que tenían depositadas en la Fundació Pilar i Joan Miró y que
eran de su propiedad. Punyet hizo llegar una carta al alcalde Joan
Fageda y a la teniente de alcalde de Cultura, Carme Feliu, donde se
decía que día 20 de octubre retirarían todas las obras de su
propiedad ante la decisión del consistorio de no renovar el
contrato a Aurelio Torrente de una manera «unilateral y descortés»
. Joan Punyet Miró aseguró que tendrán las obras durante un año en
período de restauración.«Después esperaremos un nuevo gobierno
municipal y, si es más dialogante, volveremos a depositar las
piezas», dijo el nieto de Miró.
Por su parte, Carme Feliu quiso tranquilizar a los mallorquines
y asegurar que «quedan muchas obras importantes en el centro y,
además, habrá aportaciones de otros familiares del artista».
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