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La casa de subastas Christie's quiere ir más allá en sus relaciones con Mallorca, iniciadas hace unos tres años con la subasta de objetos del Castillo de Bendinat. Un equipo del departamento de arte de postguerra y contemporáneo ha visitado esta semana la Isla para encontrarse con coleccionistas, artistas y galeristas. El objetivo, pulsar el estado de la plástica actual local en vistas al mercado internacional.

Pilar Ordovás, Piru Cantarell y Olga Sánchez-Friera, de Christie's Barcelona, conocen perfectamente el mundo de las subastas y, en general, del arte. Por ello hablan de la internacionalidad de Mallorca como un lugar de posibilidades de cara al mercado de subastas. «Muchos artistas viven aquí, hay mucho movimiento y posibilidades de coleccionismo internacional porque Mallorca también lo es. Los residentes extranjeros traen sus propias piezas y varios de los artistas españoles contemporáneos son de aquí, como Barceló, o viven aquí, como Sicilia o Campano».

¿Que necesita un artista para entrar en el circuito de las subastas? «Tener consolidado el mercado primario». Es decir, haber conseguido establecerse en el circuito internacional con galerías sólidas que le apoyen, muevan bien su obra, que le presenten en ferias de gran calado, estar presente en los fondos de museos y fundaciones. Un ejemplo de un artista mallorquín que lo ha conseguido es Amador. La obra del pollencí ha salido dos veces a puja en Christie's de Londres.

«Y había mucho mallorquín pujando», comentan las expertas. «Amador tiene un buen mercado en Europa, especialmente en Alemania, donde trabaja con varias galerías, y su obra ha sido adquirida por particulares y por instituciones», apuntan. En Mallorca, el equipo de Christie's ha hecho estimaciones económicas de obras, no sólo en grandes colecciones sino también a particulares. «Por ejemplo, alguien nos pide que valoremos un cuadro y no necesariamente porque ese propietario quiera venderlo, simplemente desea conocer su precio en el mercado actual.