El pintor mallorquín Miquel Barceló tachó ayer de «disparate» la
situación creada en la Fundació Pilar i Joan Miró de Mallorca, de
la que los herederos del pintor catalán, por desacuerdo con el
Ajuntament de Palma, retiraron el pasado viernes las obras de su
propiedad. Barceló hizo estas declaraciones durante la
presentación, en el Museo Reina Sofía de Madrid, del libro del
académico y crítico de arte Francisco Calvo Serraller sobre su
cuadro «El taller de esculturas». Miquel Barceló consideró que «es
un privilegio» tener la Fundació Miró en la isla y que, por ello
mismo, «debería cuidarse mucho».
En la presentación, el pintor también aseguró que, «como las
relaciones humanas», las relaciones que los artistas entablan con
los museos «son siempre cambiantes» y en ellas «hay siempre un toma
y daca», y calificó de «muy buenas» las que actualmente mantiene él
con el Museo Reina Sofía de Madrid. Al acto también asistieron la
ministra de Cultura, Pilar del Castillo, y los directores del Reina
Sofía y del Museo del Prado, Juan Manuel Bonet y Miguel Zugaza,
además de numerosos artistas y galeristas.
El libro es «la primera monografía que se dedica a una obra de
un pintor vivo» y, como el resto de los publicados en esa
colección, quiere ser «una especie de radiografía que penetra en la
intimidad de la obra», según Serraller. De su factura destacó la
ministra de Cultura que «combina con acierto la mirada hacia el
interior del cuadro con la mirada hacia el exterior», dando una
serie de referencias muy aclaratorias «sobre el conjunto de la obra
de Barceló y sobre la historia de la pintura».
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