En el verano de 1902, en agosto, Palma fue una fiesta. Autoridades
y ciudadanos celebraban, con escasas voces discordantes, el derribo
de la muralla renacentista, iniciada en el XVI, de la que hace unas
meses fue hallado un lienzo en Via Roma. Ahora, el Ajuntament
recordará aquella fecha con varias exposiciones, actividades para
escolares, conferencias, publicaciones y recorridos por lo que
queda de la «murada», que ha organizado la regiduría de Cultura en
colaboración con la de Urbanisme. Hoy se inaugura en ses Voltes la
muestra «Palma a través de la cartografía (1.596 - 1902)».
El coronel de Artillería Joan Tous Meliá comisaría una muestra
que es fruto de un trabajo de investigación de años en archivos
españoles, europeos y estadounidenses. La exposición exhibe una
amplia colección de cartografía, algunos óleos relativos a la
historia local, materiales de topografía o la piqueta empleada por
Maria Weyler para derribar la primera piedra del recinto
fortificado en 1902.
En nombre del progreso y la salubridad se destruyeron las
murallas, un hecho que no ocurrió en otras ciudades fortificadas
españolas o europeas, comentó el coronel Tous, quien añadió que
entonces no se hizo un «análisis serio de que fueron ellas las que
evitaron que la ciudad acabara siendo atacada, presa de los piratas
como sucedió en otros lugares de Mallorca». Los intereses
inmobiliarios también estuvieron presentes entonces.
En la exposición se podrán ver 91 planos relacionados con la
muralla y 46 sobre la ciudad. De los primeros, 35 son generales y
el resto vistas extraídas de óleos o libros. La cámara de Daguerre
captó una imagen ciudadana que también estará, así como otra hecha
por el fotógrafo de la reina Isabel II en su viaje a Mallorca. La
memoria histórica queda reflejada en ses Voltes mediante
cartografía del XVI, XVII, XVIII y XIX. El recorrido se ha dividido
en dos partes, «La plaça forta» y «La Ciutat».
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