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El próximo lunes se presentará en Barcelona la exposición «Anthony Caro. Dibuixant a l'espai» en la que se mostrará una obra que procede de una colección privada de Mallorca. «Barcelona Rose. 1987» viajará en préstamo para esta muestra que organiza la Fundació Caixa Catalunya y que estará abierta hasta el 19 de enero de 2003. El artista, una de cuyas piezas en gran formato se exhibe en la plaza Porta de Santa Catalina, acudirá a la inauguración. Anthony Caro (New Malden, 1924) es uno de los renovadores de la escultura en la segunda mitad del siglo XX. La exposición de Barcelona está diseñada en dos partes.

La primera es la retrospectiva «Dibuixant a l'espai», integrada por 21 esculturas, la mayoría de gran formato, creadas entre 1963 y 1998. Mientras que «El judici final» será una instalación formada por 25 esculturas hechas por Caro después de la guerra de los Balcanes. Caro la presentó en la Bienal de Venecia de hace dos años. Los mallorquines han tenido la posibilidad de contemplar su trabajo en la exposición con la que el pasado mes de junio inauguró su nuevo espacio Altair el galerista Bernardo Rabassa. Allí, por primera vez en la Isla, se mostró una selección de su trabajo.

Como explica Terry Fenton en el libro «Anthony Caro» (Edi. Polígrafa), se trata de un artista prolífico dotado de grandes facultades. En la década de los sesenta «forjó un nuevo lenguaje artístico cuyo ámbito operativo ha ensanchado literalmente desde entonces». Todo ello explica su actividad con materiales diferentes. El arte de Caro «esconde en su interior una especie de geometría casi arquitectónica. Y como florece dentro del formato escultórico del cubo, nunca está lejos de la arquitectura», apunta Fenton sobre el creador británico a quien la reina Isabel II nombró sir por su contribución a la renovación del arte.