La arqueóloga Maria Llinàs limpia el esqueleto de un niño. Foto: TERESA AYUGA

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Las excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la entrada del Museu de Mallorca previas a la reforma de dicho espacio han permitido sacar a la luz una necrópolis islámica. Los trabajos de excavación, dirigidos por la arqueóloga Maria Llinàs, han permitido descubrir restos de tres cuerpos humanos, aunque ha sido el esqueleto de un niño de entre 10 y 14 años el que más ha despertado mayor interés entre los expertos. «Normalmente en Mallorca se encuentran restos de individuos adultos. No es habitual que sea el de un niño», explicó la arqueóloga.

Aunque el esqueleto aparecido se tendrán que analizar posteriormente, por la forma en que está situado el cuerpo se sabe que data de la época islámica, es decir que el enterramiento tuvo lugar entre el siglo X y principios del XIII. El cadáver del niño hallado en el Museu de Mallorca está tumbado sobre su lado derecho, mirando hacia al este, que es la dirección de la Meca, y con la cabeza apuntando hacia el sur. Esta era la manera habitual en que se llevaban a cabo los enterramientos islámicos que se realizaban en Palma.

Tal y como manifestó Maria Llinàs, el cuerpo no presenta piernas, posiblemente «porque desaparecieron cuando se construyó una pared en los siglos XIV o XV que también se ha descubierto con la excavación y que es anterior al edificio que hoy alberga el Museu de Mallorca». Los trabajos de la arqueóloga también han permitido sacar a la luz otros dos enterramientos, aunque en ambos casos sólo han aparecido las piernas. El resto del cuerpo debió desaparecer en intervenciones más recientes.