Imagen de familia de los asistentes a las jornadas. Foto: L.M.

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LAURA MOYÀ/M.D. La importancia de la traducción y su utilización en la actualidad. Las jornadas Galeusca empezaron ayer centrándose en las necesidades concretas del vasco, el gallego y el catalán. A través de charlas y coloquios con los asistentes como protagonistas, una cincuentena, se comentó la necesidad de romper fronteras y cómo hacerlo; se propuso la creación de un premio a la mejor traducción entre las tres lenguas y, sobre todo, se criticó la falta de traducciones entre obras de los tres idiomas.

«El principal problema consiste en nuestro complejo de inferioridad por hablar en una lengua minoritaria, hay que ser más orgullosos», aseguró Teresa Irastortza. Xavier R. Baixeras, por su parte, destacó «el desconocimiento mutuo entre gallegos, catalanes y vascos y sus literaturas». El escritor habló sobre «La historia de la traducción del catalán al gallego (y viceversa)» y destacó «la escasa repercusión que los libros gallegos despiertan en Cataluña», ya que «la crisis editorial exige los efímeros éxitos internacionales».

Xulian Maure, presidente de la Asociación de Traductores Gallegos, charló sobre la «Traducción y el sistema literario gallego». «No existen obras de referencia o de divulgación científica en gallego y, tampoco, traducciones de las obras básicas de la literatura universal y de autores actuales». La traducción y su necesidad centró el debate. Sin embargo, Jordi Castellanos remarcó dos peligros. Por una parte, «cuando una cultura no controla lo que traduce», lo que conlleva a convertirse en «víctima de la colonización cultural». Por otra, «la interferencia lingüística que se produce en la misma traducción».