Un complejo de gran tamaño en Llucmajor.

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El arqueólogo Javier Aramburu ha inventariado 3.523 yacimientos arqueológicos tras una labor sistemática por toda Mallorca, incluyendo los islotes de la costa. El número es superior a los 2.736 con que cuenta el inventario que promovió el Govern cuando Maria Antònia Munar era consellera de Cultura. Aramburu, en solitario, ha tardado 10 años en completar este registro.

Javier Aramburu explica que su catálogo es el primero que se ha hecho con una metodología, ya que de forma sistemática ha analizado cada kilómetro cuadrado de la Isla. «El sistema fue coger cada kilómetro cuadrado y definir los puntos más interesantes para localizar yacimientos; yo doy por terminado el inventario, pero siempre aparecerán cosas, especialmente en cuevas», añade.

«Esta investigación tiene validez científica porque se ha hecho según unas normas previas y se puede utilizar estadísticamente; los criterios que he utilizado pueden discutirse, pero por lo menos están explícitos», aclara este estudioso que lleva años indagando en el campo y la costa mallorquines. En estos momentos, el arqueólogo, que es autor del patrón de asentamiento de los poblados talayóticos de Mallorca, se encuentra en conversaciones con Patrimonio Histórico del Consell Insular para publicar el inventario, que ha ido haciendo por su cuenta mediante una intensa actividad sobre el terreno.

Entre las novedades que aporta su investigación, Aramburu habla de una mezquita en Sineu; un puerto romano en Formentor; muchas villas tardorromanas por toda Mallorca, «incluso con restos de teselas de mosaicos en superficie», o fortalezas en las montañas de Banyalbufar y Bunyola, alguna tardorromana. Estos hallazgos romanos, apunta, ayudarán, en caso de que se hagan excavaciones, a iluminar lo que Guillermo Rosselló Bordoy denominó siglos oscuros de la historia de Mallorca por la escasez de información sobre los mismos.