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J.N./P.G.
La Comunitat Autònoma de Balears ingresará algo más de 24 millones de euros (unos 4.000 millones de pesetas) por el pago de los derechos de sucesión de la herencia de Bartomeu March Servera. Tras un largo proceso de negociaciones en el que la familia, acogiéndose a la fórmula prevista por la Llei de Patrimoni, quería liquidar un alto porcentaje de este tributo con fondos de la biblioteca del mecenas (fallecido en 1998), finalmente los herederos han finiquitado la deuda en metálico.

El acuerdo, que se cerró hace pocos días, llegó por sorpresa, ya que la negociación siempre había estado circunscrita a la biblioteca y, concretamente, al fondo de libros y publicaciones que tuvieran interés por su valor añadido sobre cuestiones de la cultura balear, como podía ser el caso de los Arxius de la Corona d'Aragó. Después de estudiar el fondo del bibliógrafo, depositado en el Palau March de Madrid, la relación de volúmenes que reunían los requisitos establecidos por el Govern, una parte importante de la colección, hacía viables las negociaciones en este frente.

Siguiendo los mismos criterios que con los herederos de Miró, se consideraba la posibilidad de liquidar entre el 30 y el 40 por ciento con obras de arte -en este caso el expediente sólo recogía fondos bibliográficos- y el resto en metálico. No obstante, el pasado diciembre, durante el proceso de negociación, una de las partes implicadas expresó su deseo de liquidar su parte en metálico. Así surgió el problema de que, al no estar dividido el fondo bibliográfico y ser propiedad, legado, de la familia, la parte que liquidaba el importe en efectivo seguía teniendo cuota de propiedad sobre una parte de los libros con los que se estaba negociando.

Fue en ese momento cuando la Conselleria d'Hisenda solicitó a la familia que presentara la relación de los libros que correspondía a cada parte, garantizando que mantendría su compromiso de negociación con cada una de las partes implicadas.