Las autoridades colombianas, ayer, con responsables de La Caixa. Foto: JOAN TORRES

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«Els Esperits, l'Or i el Xaman», que ayer se inauguró en la Fundació la Caixa, es una exposición de orfebrería prehispánica que el público no debe dejar pasar porque nos acerca a una cultura, la precolombina, fruto de sociedades caciquiles que, entre el 500 antes de Cristo y el 1500 después de Cristo, alcanzaron un complejo desarrollo político, social y religioso.

270 piezas de orfebrería, madera, hueso, cerámica y piedra nos sumergen en ritos y creencias ancestrales a través de un recorrido que, como dijo una de las comisarias, Clara Isabel Botero, propone «una reflexión sobre el laberinto de la identidad del ser humano que se construye y se transforma a partir del uso de símbolos». Producida por la Fundació la Caixa y la Universidad de Salamanca, ciudad donde ha cerrado el año de la capitalidad cultural europea, la exposición desarrolla los conceptos del pensamiento indígena a través de asuntos como el chamán y las plantes del poder que utilizaban estos sabios, la guerra y el sacrificio, el alma, la muerte, el canto, entre otros aspectos. La colección pertenece al Museo del Oro del Banco de la República, cuyo gerente general, Miguel Urrutia, viajó ayer a Palma con una delegación colombiana presidida por Noemí Sanín Posada, embajadora de dicho país en España, de la que formó parte el vicegerente del banco, Darío Jaramillo, que también es «muy buen poeta», según comentó la embajadora. Por parte de La Caixa asistieron a la presentación de la exposición Alejandro Plasencia, vicepresidente de la Fundació, y Josep Francesc Conrado de Villalonga, delegado general de la entidad bancaria en Balears.

Clara Isabel Botero explicó que con la creación del Museo del Oro, en la década de los treinta, se evitó que estas piezas de orfebrería fueran «fundidas o salieran de forma ilegan» del país, lo que ha sido fundamental para la «preservación de la herencia cultural». Debido la peculiaridad del territorio colombiano, una de las caracterísitcas de la colección es la «diversidad» de estilos y, en cuanto a las técnicas, los orfebres indígenas «experimentaron y desarrollaron técnicas muy sofisticadas» de las que destacó la fundición a la cera perdida y el martillado. Para la embajadora, esta exposición refleja la realidad de que Colombia es más que violencia, terrorismo y narcotráfico, su país, dijo «es algo más que eso, es historia, arte, crisol de oportunidades». La cultura indígena, protegida por la Constitución, cuenta actualmente con 84 grupos. En la exposición se pueden ver también fotos antiguas que ejemplifican el discurso de la muestra, un universo que habla de lo sagrado y lo profano, la naturaleza, o la relación sel ser humano con el animal sagrado.