Escultura en la que trabajaron Shopie-Taeuber-Arp. Fotos: JUAN TORRES

TW
0

Los artistas Hans Arp y Sophie Taeuber-Arp, integrantes de la vanguardia de la mitad del siglo XX, formaron pareja artística y sentimental y fruto de esta relación fueron una serie de piezas que, a partir de hoy, se exponen en el Centre de Cultura Sa Nostra. «Exploracions mútues» busca confrontar el trabajo de ambos, mostrarnos cómo se influyeron y cómo, también, se manifestaron en líneas creativas divergentes.

Las obras que se exponen en Palma proceden de una fundación alemana que lleva el nombre de esta pareja de creadores. Escultura en madera, dibujos, papeles, collages. Son piezas trabajadas conjuntamente y de forma individual y en ellas se pueden encontrar algunos de los ismos o movimientos que se encadenaban en los años treinta, cuarenta y cincuenta, suprematismo, organicismo, constructivismo en los que, sobre todo, y al margen de la abstracción y el surrealismo, «se expresaron los artistas centroeuropeos o provenientes del Este de Europa». Así lo explicaron ayer Brigitte Lucke y Biel Amer, comisarios de la muestra. Amer resaltaba lo «injusta que ha sido la historia del arte con las mujeres que trabajaron en la época de las vanguardias, algunas de ellas compañeras sentimentales de los artistas cuyas carreras quedaron supeditadas a las de ellos». A pesar de los vientos de libertad que se respiraban en torno a la creación, las relaciones hombre-mujer en el terreno del arte no se vieron positivamente afectadas por los innumerables cambios culturales y sociales, de los que el arte fue motor indiscutible.

En un texto escrito por el propio Arp, pintor y poeta, recordaba que conoció a Sophie en Zurich, en 1915, en una exposición de un grupo de artistas que «cansados de la pintura al óleo buscaban nuevos materiales». Sophie le mostró sus trabajos con lana, seda y papel y Arp escribió: «La clara serenidad de sus composiciones verticales y horizontales influyó en la barroca dinámica diagonal de mis 'formaciones' abstractas». Fue el comienzo de una colaboración a cuyos frutos, en ocasiones, resulta difícil atribuir una paternidad cuando las obras no están firmadas. Tanto Arp como Sophie gozaban de una sólida formación, algo común a la mayoría de los artistas de vanguardia. Ella fue diseñadora textil y de escenografías para teatro, ejerció como arquitecta y también sabía música y baile, siempre dentro de las últimas tendencias de entonces «y en un nuevo concepto de la danza», comentó ayer Brigitte Lucke. En Sa Nostra se puede ver su interés por la investigación en el lenguaje formal a través de líneas curvas, rectas, ángulos, círculos y formas biomórficas.