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La formación Amb una Mica de Sort sabía, desde el principio, cómo enfocar su segundo álbum, «Cap control», presentado ayer. «Buscábamos mejorar el sonido, los arreglos y las canciones», aseguró Joan Sebastià Trías, voz y guitarra del grupo. Querían plasmar sus nuevas preocupaciones, «la ecología, la identidad, la timidez» y, sobre todo, avanzar.

«Queríamos reflejar que no buscábamos controlar nuestra manera de componer, sino dejar que fluyera». De ahí que no se cerraran a ninguna influencia. «Hemos tenido la libertad de expresar lo que quisiéramos». Para Amb una Mica de Sort, la mejor manera de demostrarlo es a través del «directo». «Es donde se mantiene el contacto con el público».

Por el momento, la formación dice no saber cómo quiere llegar a sonar. «Tenemos un estilo claro que mezclamos con otras influencias». Así, en el nuevo disco aparecen samplers o ritmos nuevos, para demostrar que están abiertos a cualquier música. Sus canciones siempre nacen en catalán, una forma de enseñar que «el rock en catalán no está en crisis». «Cantar en otro idioma que no sea el mayoritario no significa estar dentro de un círculo cerrado».