El teniente de la marina Pinkerton viaja, por trabajo, a Japón.
Allí, conoce a la joven Cio-Cio San, más conocida por Madame
Butterfly, con quien inicia un romance. Inspirada en un hecho real
narrado por el misionero John Lutter Long, la obra «Madama
Butterfly» de Giacomo Puccini empieza a tomar forma de la mano de
la Fundació Teatre Principal. El primer montaje de la XVII
Temporada de Ópera se representará los próximos 14 y 16 de marzo en
el Auditòrium.
«Cio-Cio San es un personaje fuerte y delicado a la vez»,
comentó Raffaella Angeletti, Madame Butterfly. Fuerte porque, hasta
el final, «cree en su amor hacia Pinkerton» y porque «reniega de su
pasado, su historia y su religión». Frágil por «ser tan joven y por
los hechos que le suceden en tan poco tiempo». Hechos que deben
escenificarse mediante la voz. En el primer acto, la soprano tiene
que transformarse en «una niña que juega a seducir». En el segundo,
«Cio-Cio ya ha tenido un hijo y ha madurado», situación que debe
explicarse a través del canto. En el tercero, «regresa a su niñez
cuando ve que Pinkerton no volverá» y, también, se llena de
«madurez» en el acto final.
«Se trata de un personaje fatigoso porque permanece mucho tiempo
en escena». A pesar de haber interpretado 40 veces a Buttterfly, la
soprano reconoce que siempre descubre «elementos nuevos». «Me
encanta el papel». Enfrente está Pinkerton, el villano. «Sólo
quiere enamorarla para poder acostarse con ella», comentó Carlo
Ventre, encargado de representar al teniente de la marina
norteamericana. El personaje debe transmitir «mediante la voz» cómo
«enamora a Madame Butterfly», un trabajo difícil a pesar de «la
creencia de que el personaje es sencillo». «Me gusta porque es mi
contrario y, por ello, debo hacerle creer al público que me
parezco». Para el tenor, el tema puede trasladarse perfectamente al
presente. «Muchas personas viajan a otros países para tener sus
encuentros sexuales», igual que hace Pinkerton. «Es real».
En medio de la pareja se sitúan Sharpless, el cónsul de Estados
Unidos en Japón, y Suzuki, la criada de Cio-Cio San. Ambos tienen
en común tener más años y, por lo tanto, más experiencia.
«Sharpless se encuentra en el centro de una farsa y ante una
situación que le desagrada», aseguró Marcin Bronikowski, Sharpless.
Conoce las intenciones de Pinkerton y sabe que no regresará nunca
al lado de Madame Butterfly. Suzuki, por su parte, alerta a su ama
de la situación. «Es la más racional y ve con claridad lo que
sucederá», en palabras de Julia Kim, quien interpreta el papel de
la criada. Cio-Cio San está «fascinada por el mundo occidental»
mientras que la criada se mantiene «más escéptica» y más cercana a
«las tradiciones japonesas».
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