El artista, con sus grabados «Bestioles mediterrànies», que se exponen.

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El pintor Joan Riera Ferrari inaugura este viernes la galería Can Janer de Inca con una exposición en la que mostrará su obra más reciente, en la que predomina el tema de las rocas marinas pero en el que va más allá con el uso de nuevas texturas y materias.

Pocas veces se le presenta a un pintor la oportunidad de inaugurar una galería nueva. En este caso se trata, además, de un gran espacio que viene a cubrir un vacío en el mundo del arte que existía en Inca, la segunda ciudad de Mallorca pero que no contaba con un centro de arte de estas características. Joan Riera Ferrari explica que le hace una «gran ilusión» inaugurar esta galería, especialmente «desde que vi el espacio expositivo, magnífico, que ofrece grandes posibilidades para mi obra y, además, que cuenta con un espacio suficiente para obras de gran formato».

El pintor se ha tomado muy en serio esta exposición y la ilusión por inaugurar un nuevo espacio ha sido tal que ha decidido suspender una muestra que tenía prevista en Bélgica para el mes de julio, «porque no tenía tiempo para pintar los cuadros suficientes para tantas exposiciones. Estaba trabajando para la muestra que presentaré en el mes de mayo en la galería barcelonesa Gothsland, cuando me ofrecieron esta exposición en Inca. He aparcado el trabajo que hacía para Barcelona y estos últimos meses me he centrado en la de Inca. Pero no puedo trabajar más, por lo que no ha quedado otro remedio que aplazar para el año que viene la muestra de Bélgica, ya que además en noviembre participaré con la galería catalana en la feria Artexpo de Barcelona».

Durante estos últimos meses, Joan Riera Ferrari ha realizado un esfuerzo titánico y ha pintado, cada día, todas las horas que ha sido capaz. El esfuerzo se ha visto recompensado con unas obras nuevas, en las que da una vuelta de tuerca más a la serie de las rocas marinas. «Las obras que presentaré en Inca son piezas en las que la temática cada vez interesa menos. Es más importante cómo están hechas. Lo importante es la composición, su textura, novedosa y distinta, con mucha más fuerza, casi agresiva». Este camino ha implicado un mayor color en las obras de Joan Riera Ferrari, colores vivos, cálidos, rojos o verdes, que causan un mayor impacto en el espectador.