Terenci Moix no quiso dejar de fumar hasta hace un mes a a pesar de la grave enfermedad pulmonar que sufría.

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El antiguo Egipto y el cine marcaron desde su más tierna infancia la vida del escritor catalán Terenci Moix, l'enfant terrible de la literatura española, que falleció en la madrugada de ayer en su domicilio barcelonés a los 61 años, a causa de una parada cardiorrespiratoria. En más de una ocasión había declarado que, siendo niño, quedó prendado de la civilización egipcia después de ver la película «César y Cleopatra», con Vivian Leight. Las cenizas del autor de «No digas que fue un sueño» (Premio Planeta 1986), que será incinerado hoy, descansarán eternamente en el legendario Valle de los Reyes.

Su pasión por el séptimo arte y la cultura egipcia, unida a un gran sentido del humor, convirtieron a Moix en uno de los escritores más queridos de la narrativa española. «El arpista ciego», con la que ganó el pasado mes de marzo el Premio Fundación Fernando Lara, fue su última novela publicada y aún al haberse agravado su enfermedad, Moix seguía ultimando «Mis inmortales del cine. Hollywood años 60».

Una larga enfermedad pulmonar, que le había recluido durante dos meses en la Clínica Teknon, pudo con Terenci Moix, fumador empedernido, que tan sólo abandonó este vicio un mes antes de su fallecimiento. Moix padecía dicha dolencia desde hacía tiempo, y aún convaleciente, fue trasladado a su casa hacía dos semanas. Sobre las tres de la madrugada de ayer, acompañado por su hermana, la también escritora Ana María Moix, moría.

La capilla ardiente del escritor, que será incinerado hoy a las 18.00 horas, quedó instalada por la tarde en el Salón de Ciento del Ayuntamiento de la Ciudad Condal. Moix descansará para siempre en el legendario Valle de los Reyes. Sus cenizas serán esparcidas por el pueblo de Deir-el-Medina, donde él, enamorado perdidamente del antiguo Egipto, deseaba reposar para siempre. Pero no como faraón, sino como los orfebres que vivían en la antigüedad en aquella ciudad y que trabajaban construyendo y decorando las tumbas faraónicas.