Exterior de la fachada de la iglesia de Santa Fe.

Exterior de la fachada de la iglesia de Santa Fe.

M.Díaz16/04/03 0:00
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MARIANA DíAZ
La palmesana iglesia de la Santa Fe, que responde al modelo de las construidas por los primeros pobladores llegados con Jaume I, será declarada Bien de Interés Cultural (BIC). Así se decidió ayer en la Comisión de Patrimonio y Urbanismo del Consell Insular que acordó incoar expediente de declaración para esta edificación del siglo XIV. Miquel Angel Grimalt, director insular de Urbanismo y Patrimonio, apuntó ayer que la intención del CIM es declarar Bien de Interés Cultural «al conjunto» de iglesias de repoblament, aquellas que se levantaron inmediatamente tras la Conquesta de Jaume I. «En sucesivas fechas se continuará el expediente de declaración con las que quedan», apuntó ayer Grimalt. Precisamente, en el interior de la Santa Fe comenzarán unas obras de rehabilitación por lo que la incoación de dicho expediente servirá para que la Comisión «intervenga más activamente en el control de las mismas». Las iglesias de repoblament «responden a un modelo conocido y experimentado por los primeros pobladores y que Marcel Durliat ha relacionado con las primeras iglesias de las órdenes mendicantes. Eran construcciones pequeñas, sencillas, de planta rectangular, contrafuertes en el muro y viga de madera de doble vertiente», explica el informe elaborado por los técnicos de Patrimonio.

Fue el rey Sanç fue quien otorgó el privilegio de construcción de la iglesia de la Santa Fe en 1332 y en 1324 estaba finalizada. Alfonso el Magnánimo donó la capilla a las monjas de la Terça Regla de Sant Francesc y en 1548 «está documentado que ya había pasado a manos del Gremi dels Honorables Blanquers i Assaonadors». Aunque a lo largo del tiempo sufrió intervenciones, éstas «no alteraron la estructura general».

Entre las intervenciones y los sucesos que la afectaron en el siglo XX destaca el incendio de 1937, que dañó al portal y la fachada. A principios de los noventa se convirtió en almacén para guardar pasos de Semana Santa. En su interior hay algunos retablos en muy «mal estado, con numerosas patologías, con importante acumulación de suciedad y desprendimientos de policromía».