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El alcalde Joan Fageda y el escultor Lorenzo Quinn, a quien ayer todo el mundo llamó amigablemente Llorenç, descubrieron la tela negra que, durante varias semanas, tapó la estructura de la escultura «Encuentros». Fue en sa Feixina, junto al Passeig Marítim. En lo alto del montículo sobre el que reposa la pieza les acompañó Carmen Matutes, presidenta de la Fundació Turística i Cultural de les Illes Balears (Fundatur). La entidad, integrada por empresarios y empresas baleares, ha donado la obra de Quinn a Palma.

El artista viajó a Ciutat acompañado por Joana, su esposa. Además de Fageda, -«en uno de mis últimos actos como alcalde», dijo a modo de despedida- y de Carmen Matutes, a la cesión de la pieza e inauguración acudieron representantes de la corporación en funciones y de Fundatur. Por la primera, Carme Feliu Y José María Rodríguez. Por la fundación asistieron Gabriel Barceló, Francisco José Conrado de Villalonga y Fernando Marqués; también estuvo Miquel Vicens, presidente de Foment del Turisme, o Vicente Grande, primer coleccionista de Quinn en España, según el artista. Un grupo de curiosos se unió a los presentes.

La presidenta de Fundatur presentó la escultura como la «primera» de las inversiones en arte que quiere hacer la entidad. Entre los muchos agradecimientos, el escultor destacó haber podido «colocar mi obra en este lugar tan hermoso, el más idóneo, junto a un museo tan importante como será el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo». «Cada obra tiene que comunicar algo, es un diálogo, y más en una escultura pública; 'Encuentros' refleja mi experiencia con Palma», dijo. Fageda entregó a Quinn y Matutes el libro «Palma, ciutat d'escultures».