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NICO BRUTTI
Sí el pasado viernes Felanitx vivió una gran noche con Jaime Urrutia y Amaral, la de anteayer fue «la noche» de Felanitx. Coches aparcados desde la puerta del pueblo, muchísimo público que se adivinaba encaminado como en procesión hacia el Parc de sa Torre, repleta la plaza con más gente marchando bajo epaperí que decora muchas de las calles, un tráfico de locos, policías estratégicamente ubicados aconsejando como llegar al lugar... un verdadero pandemonium dominando la tórrida noche del lugar.

Dentro del Parc no cabía un alma. La taquilla con el cartel colgado de «entradas agotadas» demuestra lo que realmente fue el evento. Hay cerca de doce mil almas abarrotando el predio. Cantidad fuera espiando alguna imagen de Amaia. Diez y diez de la noche. Se apagan las luces y ruge el Parc. Aparecen en escena los integrantes de la banda y se ponen a tocar. De salida esgrimen sus armas, las muestran, las prueban, las disparan. Amaia termina «Puedes contar conmigo», verdadero hit de su último álbum titulado «Lo que te conté mientras te hacías la dormida», y la multitud aplaude y grita, los brazos en alto, el puño cerrado.

La rubia cantante de impecable blanco en pantalón y camiseta con una inscripción en color rosa que dice «peace», también grita pero para decirles a todos: «Buenas noches, Felanitx». La gente, espontáneamente, contesta con el «Cumpleaños feliz» para felicitar a la cantante, que estaba de aniversario. Todo es feliz. La gente, los músicos, Felanitx entero parece disfrutar del espectáculo. Muchos lo observan a través de las pantallas gigantes puestas en los laterales del escenario, otros apretujados y sin aire, casi pegados al borde mismo del escenario.