Una encuesta por la cultura local deja entrever que la escultura
«Encuentros», de Lorenzo Quinn, en sa Feixina no goza de
beneplácito. A la protesta sobre su emplazamiento en el Passeig
Marítim, de donde se pide su retirada, se unen quienes opinan que
es una pieza poco interesante. Fue un regalo de la Fundación
Turística y Cultural (Fundatur) a Palma.
Para ARCA, el Grup d'Estudis de les Fortificacions de Balears
(GEFB) y la Federació d'Associacions de Veins, el mapamundi de
cristal que alberga una mano apuntando a Balears entorpece la
visión del patrimonio arquitectónico, en el que destacan las
murallas con el Baluard de Sant Pere o los molinos del Jonquet.
Jaume Mir, escultor y presidente de la Academia de Bellas Artes de
Sant Sebastià, comentó que «la opinión generalizada es que aquello
no gusta», y aseguró que «paso por allí, la miro, y me gustaría que
me agradara, pero no lo consigo».
«Está en el mejor sitio de Palma, donde debería de haber una
obra simbólica que identificara nuestra tierra» apuntó recordando
piezas identificativas «como 'la Sirenita' de Copenhague». Gudi
Moragues, crítica de arte de Ultima Horay comisaria de
exposiciones, aseguró que «el emplazamiento es nefasto, porque tapa
la muralla, pero la escultura también lo es; me gustaría que la
quitaran, pero no hace falta que la coloquen en otro lugar».
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