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EFE - MÀLAGA
La inauguración del Museo Picasso de Málaga, un proyecto impulsado desde sus orígenes por familiares del artista para cumplir su deseo de regresar a su ciudad natal, reunió ayer cerca de medio centenar de miembros de la familia en el acto oficial presidido por los Reyes de España. También la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, y el presidente de Andalucía, Manuel Chaves.

El Museo cuenta con una colección permanente de 204 obras, con las que el artista regresa a su ciudad natal 122 años después de su nacimiento y cuando han pasado 30 años de su desaparición. Los artífices principales de la pinacoteca, Christine y Bernard, nuera y nieto de Picasso, encabezaron la representación familiar, aunque en el Palacio de Buenavista, un edificio del siglo XVI con elementos renacentistas y mudéjares, también estuvieron tres hijos del pintor, Claude, Paloma y Maya, y su sobrino Jaime Vilató Ruiz.

Christine y Bernard han donado o prestado las 204 obras que componen la colección permanente de la pinacoteca, mientras que las salas para exposiciones temporales albergan la muestra «El Picasso de los Picasso», con 87 piezas prestadas por los Museos de Barcelona, París y Antibes y los centros de arte Reina Sofía y Georges Pompidou.