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Miquel Martí i Pol era uno de los poetas más emblemáticos de Cataluña y está considerado como «el poeta del pueblo» por el fuerte compromiso «social, cívico y nacional» que se respira en la obra y vida de este hombre con salud maltrecha. Trabajador desde la adolescencia y militante del PSUC, realizó incursiones en el ámbito de la prosa, la traducción y la música, y se interesó por el arte en general, la autenticidad del individuo y su propia identidad. Martí i Pol nació el 19 de marzo de 1929 en Roda de Ter (Barcelona), cursó estudios primarios en la escuela de su pueblo, a los 14 años comenzó a trabajar en una fábrica textil, en 1948 enfermó de tuberculosis y en 1973 se convirtió en un pensionista de gran invalidez a consecuencia de una esclerosis múltiple que le postró en silla de ruedas.

El reconocimiento del público le llegaría con tres poemarios: «La raíz y la corteza» (1975), «El largo viaje» (1976) y «Con vidrios en la sangre» (1977). En la década de los 60 empezó a dedicarse a actividades políticas con apariciones comprometidas en cineforums, conferencias y conciertos de la Nova Cancó. Autor de gran significación ideológica y exigencia íntima, escribió en su lengua vernácula una treintena de libros, en su mayoría de poesía, publicados desde 1945 a 1997 y traducidos a distintos idiomas. Influyó en autores y cantautores catalanes, en particular del círculo de la Nova Cancó. Muchos de sus poemas han sonado en las voces de María del Mar Bonet, Ramón Muntaner, Celdoni Fonoll o Lluís Llach, quien interpretó en 1993 un largo poema de Martí i Pol en el disco «Un pont de mar blava» (Un puente de mar azul) o «Nu» (Desnudo, 1997) con el que Llach conmemoró sus 30 años de artista.

Miquel Martí i Pol comenzó a dedicarse a la traducción en 1965. Tradujo una veintena de obras, principalmente del francés (Apollinaire, Zola, Flaubert, Racine, Saint-Exúpery y Simone de Beauvoir), italiano (Gianni Rodari) y castellano (Neruda). Son numerosos los galardones que ha conseguido: Premio Letra de Oro (1977), Premio Fastenrath (1978), Premio de la Crítica (1978 y 1995), Cruz de «Sant Jordi» (1983), Premio de Poesía «Salvador Espriu» (1987), Premio de Honor de las Letras Catalanas (1991), Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes (1992), Premio Nacional de Literatura de la Generalitat (1998), entre otros. En 1999 se celebró el Año Miquel Martí i Pol. En junio de 2000, la comisión de política cultural del Parlamento catalán emplazó al Ejecutivo autonómico a apoyar la candidatura de este poeta al Premio Nobel de Literatura, avalada por 400 ayuntamientos de Cataluña, Valencia, Baleares y Andorra. Miquel Martí i Pol definió en 1991 su poesía como «sencilla y tierna y profundamente marcada», pues reconoció que ha sido «un recurso anímico» en el que se refugió para intentar superar la enfermedad. Temas tan universales como el amor, el destino o la muerte han ayudado al poeta a trascender la realidad más allá de la crisis vital que supone una dolencia como la que padecía.