Unas hiladoras daban ayer la bienvenida a los jardínes de La
Misericòrdia, que se convirtieron en un belén viviente con mucho
trajín y mucho sabor mallorquín.
En un rincón, unas payesas hacían sobrasada, mientras que muy
cerca unos mestres d'aixa daban los retoques a una barca. Aquí y
allá, se veían diferentes puestas en escena de bucólicas imágenes
campestres de antaño y de corrales con animales, que convocaban a
su alrededor sonrientes niños que trataban de darles de comer. Y en
el fondo, bajo un árbol, se encontraba el pesebre, donde, a pesar
del buen día y la buena temperatura, cayó la nieve. Una magnífica
representación de la adoración que tuvo como partícipes a más de
200 actores de las aulas de teatro de la Fundació Teatre Principal
y que contó con la asistencia de más de 3.000 visitantes.
El momento más emotivo fue cuando la mezzosoprano Sylvia
Corbacho se acercó al trío formado por San José, la Virgen María y
el niño Jesús y, para ellos, cantó la tradicional Sibil·la.
Posteriormente, el coro infantil del Principal también deleitó al
público con hermosas nadales.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.