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TONI LIMONGI/A.M.
La cultura popular mallorquina acaba de perder al glosador Vicenç Terrassa Umbert, más conocido por su nombre profesional: Pere Gil, que ha fallecido a los 85 años después de una larga enfermedad que le llevó a dictar a un familiar desde la Unidad de Cuidados Intensivos de Son Dureta su última glosa el pasado martes 16:

«M'han pujat en el setè
que està més a prop del cel
fontetes que ragen mel
enc que no contin per ver.
Va néixer el bon Jesuset
en nit de neu i fred
a sa cova de Betlem,
poc lluny de Jerusalem».
Pese a su intuición al hablar del cielo en su última glosa publicada, Pere Gil no perdió ni un momento sus ganas de seguir trabajando e incluso antes de ingresar en Son Dureta para ser sometido a una operación comentó en el periódico sus deseos de rediseñar la página de El Discreto Encanto de la Vida que diariamente publicaba sus colaboraciones.

Nacido en la villa de Sóller el 18 de enero de 1918, y de formación autodidacta, pues durante su vida laboral fue empresario y profesor mercantil, comenzó a publicar «gloses» en la revista «Sóller» y diariamente en el periódico Ultima Hora con el seudónimo que le hizo famoso.

Es autor de «Ses Gloses d'En Pere Gil» I, II y III (1983-1985) y de «Plaguetes de gloses d'en Pere Gil» I, II y III (1990-1994). Colaboró en este diario con el apartado Amics de la Glosa y la sección diaria Sa Glosa d'en Pere Gil, cuyo ingenio y agudeza social son sobradamente conocidos por el lector insular.

El Consolat de Sóller, cuyo titular fue Pere Gil durante 15 años, celebró en octubre de 2001 su aniversario con una multitudianria cena. El ex president Francesc Antich le dedicó entonces una glosa al rimador solleric:

«És senyal d'autoestima
i de molta sensibilitat
el crear un consolat
del lloc que un estima».
Gil es autor también de «El glosador agermanat», en el que reconstruye en glosa las Germanies, un acontecimiento histórico que marcó el desarrollo del siglo XVI en Mallorca. El libro está concebido en cinco glosades, que suponen cinco capítulos con un total de 867 estrofas. Además de las gloses, el autor situó a pie de página una recopilación de textos sobre las Germanies de diferentes autores de todos los tiempos, desde Bover hasta Janer Manila. Un trabajo de gran interés que contó con el patrocinio del Grup Serra y que es una auténtica obra de arqueología popular.

La labor de Gil como glosador en presente y como historiador de la glosa ha sido ampliamente celebrada, así como su carácter abierto y su facilidad de palabra, que lo convertía en un excelente conversador, como quedó de manifiesto en las tertulias «Consejo de Mayores» que Ultima Hora ha organizado de forma periódica para analizar los temas de actualidad entre personas de cierta edad y de reconocido prestigio en la sociedad mallorquina, en las que participó de manera activa, defendiendo siempre sus puntos de vista progresistas.

Divorciado y padre de tres hijos, era un entusiasta del mundo de la cultura, aficionado al teatro, la danza, la ópera y la lectura. Su hija Aina manifestó anoche su intención de cumplir su deseo de no celebrar un funeral por su alma. Su cuerpo será incinerado en Bon Sosec mañana lunes a las cinco y media de la tarde.