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Coincidiendo con la festividad de Sant Sebastià, su patrono, un grupo de académicos de Bellas Artes realizó ayer una visita a Es Baluard. El grupo, encabezado por el presidente de la academia, el escultor Jaume Mir, se mostró gratamente sorprendido por la arquitectura. Joan Miralles, Caty Juan, José María Pardo, Ramon Canet, Gabriel Llompart y Neus García Iniesta recorrieron el interior y el exterior del museo. Luis García-Ruiz, académico y uno de los arquitectos diseñadores del mismo, ofició de guía. Los académicos no escatimaron elogios sobre el edificio, las obras expuestas y la instalación de Rebecca Horn. Jaume Mir ya había manifestado «la importancia de un proyecto de la envergadura de este museo para Palma» y ayer pudo admirar el conjunto al completo, quedando completamente satisfecho del resultado. El pintor Ramon Canet destacó el «gran trabajo de recuperación de la zona del antiguo Baluard» que se ha realizado con el proyecto arquitectónico y consideró «inmejorable» el emplazamiento. También expuso su sorpresa ante el resultado del conjunto del museo.

Para José María Pardo, es «fantástica la solución por la que ha optado el equipo de arquitectos a la hora de conjuntar la historia y antigüedad de las murallas con la construcción moderna. Se ha conseguido evitar cualquier tipo de impacto». El pintor Joan Miralles utilizó el calificativo de «deslumbrado» para referirse a la sensación que le había producido el recorrido. Miralles puso especial énfasis al destacar la instalación de Rebecca Horn. «Me ha impresionado muchísimo. Provoca una sensación muy intensa, es como si estuviese en otro mundo, es sensacional». Para Caty Juan, «Es Baluard es una maravilla» y considera que «Palma puede estar orgullosa de tener este museo». La artista rememoró una vez que visitó Es Baluard cuando empezaban las obras y manifestó que «no me esperaba este resultado».

La arquitecta Neus García Iniesta se fijó «en el contraste entre la muralla y la arquitectura moderna». Destacó que «los espacios son muy limpios, muy asimilables para una persona que visita el museo por primera vez y para dar cabida a cualquier vertiente artística». Gabriel Llompart también consideró que «el proyecto arquitectónico ha encajado muy bien todo lo que es nueva construcción dentro de la muralla; aquellas personas que tienen prevención contra el arte contemporáneo, con este museo pueden reconciliarse».