Los historiadores del arte Aina Pascual y Jaume Llabrés son los
autores del libro «Es Baluard de Sant Pere i la ribera del moll»,
que se edita con motivo de la inauguración de Es Baluard. Se trata
de un riguroso trabajo, con fotografías de Donald G. Murray,
necesario para entender el proceso evolutivo de este elemento
integrante del sistema defensivo de la ciudad de Palma, desde la
Edad Media hasta la actualidad, y que pone especial énfasis en la
construcción renacentista.
Gracias a este estudio, se ha conseguido documentar la llamada
Porta de Santa Catalina, objeto de polémica hasta ahora, y fechar
la puerta homónima del siglo XVII. También deja constancia de que,
en este recinto en el que ahora se ubica el Museu Es Baluard,
trabajaron algunos de los mejores ingenieros militares de la época,
como Hugo de Cessena, Giovanni Battista Calvi, Giacomo Palearo
Fratin y Vicenç Mut, entre otros. Este volumen, con reproducciones
de antiguos lienzos, dibujos, retablos y fotografías, explica que
el proceso constructivo del Baluard de Sant Pere, conocido
originariamente como ebastió de Santa Catalina, discurre en un
amplio margen entre 1576 y 1655.
Su configuración en el conjunto fortificado de la muralla de
Poniente se ha de valorar en función de la abertura de la puerta
nueva de Santa Catalina (1644-1652) y en la construcción, no
prevista en el recinto original renacentista, del Fortí (1670),
proyectado por Vicenç Mut delante del Baluard de Sitjar. Al inicio
del siglo XVIII, cuando el ingeniero militar Martín-Gil de Gaínza
ejecuta la primera fase de la muralla del mar, el Baluard de Sant
Pere pasa a presidir el punto más espectacular de este espacio de
Palma, dominando la desembocadura del torrente de la Riera y el
glacis de Santa Catalina.
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