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S.BENNÀSAR

La investigadora Pilar Arnau ha estudiado un prólogo inédito que el escritor Llorenç Villalonga escribió para la novela «El silenci», de Gabriel Janer Manila, y que nunca vio la luz. Arnau lo ha recuperado y su investigación y el prólogo se editarán en breve en alguna de las publicaciones de la Abadía de Montserrat. En este prólogo, el novelista recomienda la lectura de la obra y elogia sus virtudes. En «El silenci» se cuenta la historia de Caterina desde que es adolescente hasta su primera juventud. Es huérfana porque sus padres fueron asesinados por los franquistas durante la Guerra Civil. En torno a ella siempre hay un silencio sobre el fin de sus padres que al final acaba descubriendo.

Villalonga escribe en el prólogo: «Una novela, sin embargo, no puede ser un mitin y cuando el autor toma partido tiene que hacerlo de otra manera y con más miramientos que si se tratara de ganar una votación. En 'El silenci' se describe la tragedia de una niña que tiene que convivir en una sociedad que mató a su padre, radical socialista, durante la guerra que perdieron los radicales sociales, que, de haber ganado, lo habrían hecho alcalde o gobernador. Está bien que la pobre Caterina no pueda olvidar aquel crimen -porque crimen fue, en efecto-, pero parece que el autor quiera ignorar que la suprema tragedia consiste en que lo que se censura en de un ámbito es aquello que puede censurarse en otro. A Caterina, los que vestían de un color le asesinaban al padre; al general Moscardó quienes vestían de otro le asesinaron al hijo». Según explicó Arnau, «esta afirmación es la que provocó que ni Francesc de Borja Moll ni Josep Maria Llompart quisieran publicar el prólogo».

«Tenemos que tener en cuenta que en aquella época ni Moll ni Llompart podían publicar eso, habría sido muy fuerte». Arnau asegura que Villalonga «era una persona muy inteligente y ya debía sospechar que eso no gustaría nada». De hecho, el novelista continúa explicando: «Desearía que mis palabras no fueran tergiversadas: yo no hago reproches al autor porque tenga ideas políticas, sin embargo sí censuraría al novelista que cuando describe la creación -que esto es una novela- presenta seriamente a Saturno como superior o inferior a Neptuno».