El investigador Joan Parets i Serra, ayer con el libro.

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«Con la documentación que hemos encontrado se puede escribir la historia de la música balear». Lo asegura el investigar y documentalista Joan Parets i Serra, coautor junto a Ramon Rosselló i Vaquer de «Notes per a la Historia de la Música a Mallorca», recién editado. En el volumen se recoge información de archivo y de prensa, datada entre 1285 y 1935, sobre lo que aconteció musicalmente en las islas entre ambas fechas.

Parets apuntaba que con esta publicación, que se prolongará «en uno o dos tomos más», «voy terminando la trilogía sobre la música que comenzó con el 'Diccionari de Compositors' y continuó con 'Balearica 2 Música', donde se recogen más de 2.000 fichas de partituras de autores baleares que se hallan por el mundo, relacionándolas», apunta. «Ahora que Mallorca tiene la primera generación de doctores en musicología, que son Antoni Pizà y Francesc Viçens, esperamos que, partiendo de la documentación que hemos recogido, puedan escribir nuestra historia musical» que, a partir del siglo XIII, en la Edad Media, «se caracterizaba por la música popular de los juglares, que serían los glossadors de hoy, aunque ellos, además de cantar y tocar, hacían juegos de manos, de malabarismo; después vendrían los ministriles, música popular tirando a composiciones cultas, que sólo interpretaban y no cantaban; en el barroco nos encontramos la clásica de autores tan conocidos como Lliteres, aunque no se pierde lo popular en bailes, danzas, canciones, para las que se utilizaba guitarra, bandurria; y en el siglo XIX tendríamos la aparición de las bandas de música, que participaban en las grandes manifestaciones religiosas o populares». <7p>

Para llevar a cabo esta investigación, Parets y Rosselló utilizaron la documentación de 25 archivos y bibliotecas, tanto de la Isla como de Madrid y Barcelona, publicaciones de historia, arte, pero tan importante como los datos aportados por ellos fue «el trabajo de hemeroteca». En los periódicos y revistas no sólo se publicaban noticias, sino anuncios, que resultaron muy útiles. «Hemos recogido curiosidades referentes a, por ejemplo, la venta de un piano, un baile, el inicio de un curso sobre piano». En el siglo XIX, «los anuncios, avisos, polémicas y artículos relacionados con la música y los instrumentos son tan abundantes en la prensa periódica que intentar hacer un resumen de todos es una labor casi imposible para una sola persona».