TW
0

El entusiasmo y la tenacidad de Antoni Mir, guitarrista, trabajador de la hostelería e investigador musical, le han llevado a conseguir 39 cartas inéditas del compositor Isaac Albéniz a Enrique Alzamora Gomà, uno de sus amigos mallorquines y gran apoyo del músico catalán. Estos textos, cedidos por la familia Caubet Rovira, heredera de Alzamora, se incluirán en el libro «Isaac Albéniz en Mallorca», que Mir acaba de finalizar tras cuatro años de trabajo. A la hora de recopilar documentación ha contado con la ayuda de Joan Parets, del Centre de Recerca i Documentació Històrico-Musical de Mallorca.

Mir, a quien los Caubet Rovira también han prestado fotografías nunca publicadas, explica que estos documentos demuestran «la intensa relación de Albéniz con Mallorca y que en la Isla existe mucho material sobre él». Y apunta su convencimiento de que algunas de sus partituras perdidas «también se encuentran en la Isla», que visitó en tres ocasiones documentadas «pero seguramente fueron más». «Casi todas las cartas fueron escritas a Enrique Alzamora Gomá, la primera el ocho de abril de 1893 y la última el 16 de junio de 1909», relata Mir. Albéniz falleció en 1909. Por la lectura de las mismas, Mir apunta que el compositor tenía «mucha confianza en Alzamora, fundador y primer presidente de Fomento del Turismo, intelectual y comerciante; ambos se conocieron en Londres, a donde los Alzamora acudían por negocios».

La amistad les llevó a emparentar, ya que Alzamora se casó con Rosina Jordana, hija pequeña de otra familia de comerciantes, en este caso catalana, y hermana de Enriqueta Jordana, esposa de Albéniz. Cuando el amor surge entre Rosina y Enrique, Albéniz le insta en una de las cartas a que se case pronto y con humor le dice que no pierda el tiempo «en el pelamiento de la pava». Mir asegura que la relación epistolar «deja ver que Albéniz era un hombre muy simpático».