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Una selección de esculturas de la artista Remigia Caubet, fallecida en 1997, se expone a partir de esta tarde en las salas de la Fundación Barceló, en la calle Sant Jaume de Palma. Damià Ramis Caubet, su hijo y también escultor, ha sido el comisario de la primera muestra que se organiza tras la desaparición de la creadora.

Damià Ramis explicó ayer que, para esta ocasión, se han elegido piezas que mostrarán al público la creacción «más personal» de la escultora a la hora de abordar y entender su trabajo, aquellas que creaba «por el mero placer de hacerlo» y no por encargo. Remigia Caubet trató temas como la maternidad o el desnudo, muy bien representados en esta exposición en la que se exhiben 42 piezas, la mayoría de pequeño y mediano formato, que provienen de la colección de la artista y de coleccionistas particulares. Bronces y terracotas se exponen junto a dibujos, sanguinas, carboncillos de los años cuarenta y cincuenta en los que se aprecia su faceta de «buena dibujante». «Hemos querido recoger el espíritu de su trabajo, el de una artista independiente que no se casaba con ningún estilo aunque se consideraba heredera de la tradición clásica, helenística, tenía referentes a escultores catalanes, mediterráneos, como Clará, pero se fue desprendiendo de estas herencias hasta conseguir un lenguaje personal». Así, en la muestra se podrá seguir su trayectoria entre finales de los años sesenta hasta su muerte. Algunas de las esculturas se verán aquí por primera vez. No faltarán los bocetos de su conocida «Nuredduna».