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En 2002, el Rialto bajó el telón por última vez tras 76 años de historia. Por aquel entonces, parecía un cierre definitivo. Sin embargo, hace apenas un mes, Josep Perelló decidió comprar el Rialto y reabrirlo. «Mallorca no podía perder un teatro como el Rialto», aseguró Perelló. Por eso, con toda «la ilusión del mundo», decidió hacer el esfuerzo económico y adquirir el centro.

En estos momentos, un ingeniero se encarga de ver el estado en el que se encuentra el teatro. Después, el siguiente paso será pedir las correspondientes licencias y acometer las reformas. «Queremos convertir el Rialto en un teatro-café, crear un ambiente que haga que la gente quiera venir a ver una obra y, a su vez, a hacer un café», afirmó Jaume Perelló, hijo de Josep y quien se encargará de dirigir el proyecto. La programación estará abierta a cualquier propuesta, ya sea teatro, danza o música. «Nuestra intención es abrir los 365 días al año, que el público sepa que existe un local que siempre ofrece ya sea un concierto o una obra».

Los profesionales mallorquines tendrán preferencia frente al resto, aunque también vendrán compañías de fuera. «Nos apetece dar vida a la zona de Es Born». En el futuro, estudiarán «crear una escuela de teatro». Las funciones se celebrarán «por la mañana, por la tarde y por la noche». «Palma necesita más teatros, por eso queremos abrir lo antes posible».