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La Reina inauguró ayer en el Casal Solleric una exposición de Eduardo Úrculo que culmina en Palma una itinerancia por Asia que comenzó en Pekín en marzo de 2003. Antes de acceder a la planta noble, donde se cuelga la obra del pintor fallecido el pasado año, su Majestad visitó la muestra de esculturas de Aligi Sassu en la planta entresuelo del Casal.

La visita de doña Sofía, que inició sus vacaciones de Semana Santa con este acto cultural, congregó en el Solleric y alrededores un buen número de agentes de su escolta y Policia Nacional. La fuerte presencia de fuerzas de seguridad era evidente, hasta el punto de que el vestíbulo del Casal estaba flanqueado por un arco detector de metales.

La puntualidad con la que la Reina llega a los actos fue ayer aún mayor. La inauguración estaba prevista para las 20.00 horas, pero llegó con casi diez minutos de antelación vestida con un traje de falda y chaqueta en uno de los colores estrella de la temporada, el verde ácido. Fue recibida por Catalina Cirer, alcaldesa de Palma, que la acompañó durante el recorrido por las salas. El president del Govern, Jaume Matas, llegó minutos más tarde. Fueron muchas las autoridades que no quisieron perderse la oportunidad de saludar a la Reina. Y también había representantes del mundo del arte como Pere A. Serra, presidente de la Fundació Museu Es Baluard; el escultor Jaume Mir; Magdalena Aguiló, directora de la Fundació Pilar i Joan Miró, o los galeristas Joan Oliver «Maneu» y Joan Guaita.

Mientras recorrió la exposición de Úrculo, que ya conocía por haberla inaugurado en Pekín, le acompañaban la viuda del artista, Victoria Hidalgo, y Olga Rivero, coordinadora de este proyecto del Ministerio de Asuntos Exteriores. La Reina, a quien Úrculo hizo un retrato, destacó a sus acompañantes el rsultado del montaje en las salas del Casal. Y Helenita Olivares, viuda de Sassu, se mostró «sorprendida por lo bien que la Reina sabe leer las obras de arte».

Tras admirar las obra de ambos artistas, hubo tiempo para un refresco en la Sala Vermella del Solleric, donde se exhibe el Llit de l'Adrià. Pasadas las 21.00, abandonó el centro.