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Abrazos, apretones de manos, besos y palmadas en la espalda. Los 35 autores que acudieron a la cita se saludaban entre ellos afectuosamente. Antònia Arbona, Sebastià Bennasar, Vicenç Calonge, Javier Cánaves, Neus Canyelles, Rosa Maria Colom, Cati Juan del Corral, Rafel Crespí, Francisco Díaz de Castro, Gabriel Florit, Joan Guasp, Miquel López Crespí, Miquel Ferrà, Bartomeu Fiol, Pere Font, Miquel Àngel Lladó, Maria Rosa Llabrés, Tana Marcé, Miquel Mas, Jaume Mesquida, Jaume Munar, Alfons Navarret, Rosa Planas, Jaume Pomar, Eusèbia Rayó, Gabriel Sabrafín, Miquel Segura, Lluís Servera, Miquel Àngel Vidal, Antoni Vidal Ferrando, Antoni Serra, Guillem Frontera, Antoni Maria Thomàs, Coco Meneses y José Luis de Juan recorrieron juntos las estancias del nuevo espacio de arte de Palma.

Empezaron el trayecto por las dependencias de Es Baluard en las terrazas para, luego, pasear por el Àmbit 3, donde posaron ante «Fifteen holes» de Barceló con «Els joves salvatges o el subjectivisme de l'era postmoderna» como telón de fondo. Después, subieron hasta el Passeig de Ronda y contemplaron las vistas sobre la bahía y el casco antiguo de Ciutat. Los abrazos y los saludos continuaban, al igual que las clásicas preguntas sobre la vida y el trabajo de cada uno. Algunos explicaban en qué se encuentran inmersos y, otros, contaban cómo van las reformas de su casa o cómo se encuentran de salud. Cualquier tema era válido con tal de recuperar el tiempo perdido, el tiempo pasado entre la última vez que se vieron y ayer.

Mientras, el fotógrafo iba captando las diferentes instantáneas. Fuera, dentro, arriba o abajo. Todos, disciplinados, iban atendiendo lasinstrucciones de Joan Torres. Algunos se entretenían por el camino, contemplando alguna obra de arte o las vistas, pero, acto seguido, se reagrupaba para captar la fotografía.

Los grupillos se iban formando a medida que pasaban los minutos. Francisco Díaz de Castro y Javier Cánaves conversaban animadamente, al igual que Antoni Maria Thomàs, Guillem Frontera y Bartomeu Fiol. Mientras, Rosa Planas y José Luis de Juan comentaban alguna cosa inaudible para el resto de los presentes.

Al final, casi todos finalizaron el encuentro recorriendo, en solitario o acompañados, las diferentes salas de Es Baluard. Fue una mañana de lo más artística, unas horas donde las palabras se llenaron, por un día, de arte.